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Adrià vuelve a revolucionar la gastronomía con nuevos proyectos lejos del restaurante

Por El Observador | 25 Junio, 2014 - 18:00
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El chef legendario, que convirtió a la cocina en una ciencia, ya no tiene restaurante pero trabaja en su fundación con la creación de una enciclopedia digital de cocina y en un proyecto sobre creatividad.

El creador del restaurante elBulli revolucionó la manera de pensar la gastronomía, con su propuesta molecular, convirtiendo a la cocina en un laboratorio en el que las materias primas y los productos tradicionales eran solo un punto de partida para empezar con algo completamente nuevo. Su restaurante conmovió a los entendidos, que lo prefirieron como el mejor del mundo.

Los comensales debían intentar una reserva, dar explicaciones de por qué querían comer allí, y solo los más afortunados eran elegidos para poder cenar a cambio de unos cientos de euros por persona.

Luego elBulli cerró y Adrià, convertido en una celebridad mundial, se ha dedicado a dar charlas y conferencias por el mundo y también a pensar grandes proyectos que sigan afirmando su huella en la historia del arte culinario.

Entre los proyectos inmediatos del chef hay un nuevo buscador de internet enfocado en la gastronomía, un laboratorio de cocina y un gigantesco centro para explicar a sus visitantes sus teorías sobre la creatividad. “Aquí podrás comer el conocimiento”, dijo Adrià en una entrevista con la CNN, refiriéndose a la Fundación elBulli.

Más cerca de un físico o filósofo que de un chef, Adrià se ha inventado una “teoría de todo”, un modelo para aplicar la creatividad a todos los campos de la vida, desde la gastronomía al arte, incluso al periodismo.

“Esto no se trata de cocina. Se trata de creatividad”, dice mientras dirige una visita guiada al edificio donde concibe todos sus planes, en una fábrica textil abandonada en una de las zonas históricas de Barcelona.

De aquí saldrá un laboratorio de investigación, una enciclopedia digital de cocina, un curso online masivo para enseñar gastronomía y creatividad, y un motor de búsquedas llamado “Seaurching”, un juego de palabras que conjuga “searching” (buscar) con “sea urchin” (erizo de mar).

“Soy un cocinero pero nadie más piensa en estas cosas”, dice sobre la Bullipedia, que según Adrià será la mayor disrupción del conocimiento en internet desde el surgimiento de la Wikipedia.

El Bulli para todos

Cualquier profesión o actividad puede mejorar con un toque de la magia de elBulli, sugiere.

“El objetivo de este proyecto es mostrar a la gente que puede ser creativa en cualquier proceso”, dice el chef.

A sus 52 años, el chef oriundo de Cataluña prefiere hablar públicamente en catalán que en castellano.

A la cabeza de elBulli, un restaurante junto a la playa de Roses, en la Costa Brava al norte de Barcelona, ganó varias veces la distinción de mejor del mundo.

Como verdadero hombre de conocimiento y obsesionado por el control, Adrià trabaja en medio de cientos de paneles de poliestireno donde esboza sus ideas, grandes y pequeñas, y con maquetas a escala del centro que planea construir en la costa junto a su restaurante elBulli.

En una creciente biblioteca a base de estantes estilo Ikea, aloja todas las recetas cocinadas en elBulli, y un archivo de gastronomía con recetas que incluso se remontan al siglo XV.“En 1768 había helado de trufa negra”, cuenta entre exclamaciones.

“Si piensas que hago locuras, eso se hacía hace muchos años y estaban adelantados a su tiempo”, cuenta a CNN.

En octubre, Adrià planea abrir lo que describe como la primera exposición de su tipo sobre el proceso creativo en un museo de Madrid, en torno a los métodos de elBulli.

En el centro de la exhibición está un Mapa de Creatividad, una especie de carta astral del proceso que sigue una idea, el ensayo y el error desde el descubrimiento al proyecto terminado. Adriá lo siente con tal pasión que cree que servirá de ayuda a cualquier industria, a cualquier arte, a cualquier proceso. “Todo está en el mapa”, dice.

Algunas de sus ideas pueden sonar simples, pero hay un método detrás de esa locura que permea su cocina: deconstruir todo hasta llegar a su estado elemental. “¿Fruta? ¿Qué es la fruta? ¿Qué es un vegetal? ¿Por qué un tomate es un vegetal y un plátano es una fruta?”.

El gran interrogante que quizás se planteen muchos ahora es cuándo volverá a cocinar y dónde se podrá comer. Adriá dice que rechazó más de dos millones de reservas en el último año de elBulli y ahora planea servir solo 20 comidas al año: 10 gratis y 10 pagadas al que ofrezca mejores donaciones a su fundación.