En invierno, no hay nada más fácil que resfriarse, sobre todo en Rusia, donde el este suele ser largo y crudo. El frío prolongado y el riesgo permanente de enfermar han empujado a los rusos a buscar todo tipo de remedios contra el resfriado.

 

 

La mermelada de frambuesa es uno de los remedios contra el resfriado más populares de Rusia. Todos conocen desde su más tierna infancia las propiedades de este producto. A las bábushkas les entusiasma atiborrar a sus enfermos nietos a base de té con mermelada de frambuesa.

 

Muchos incluso creen que ningún medicamento o antibiótico es capaz de vencer al resfriado como lo hace esta mermelada. Sin embargo, los médicos advierten de que la mermelada de frambuesa sola no basta para curar una gripe o un resfriado común, por lo que es mejor no menospreciar los preparados de la medicina tradicional.

 

 

Se sabe que el ajo tiene unas propiedades antivirales únicas, de ahí que se elaboren collares con dientes de ajo para colgar al cuello del enfermo y que, supuestamente, matan los microbios que provocan la enfermedad.

 

Otro peculiar método de usar el ajo es en forma de gotas. El zumo del ajo se mezcla con agua y se aplica en la nariz. Se cree que esta solución constituye un remedio eficaz para la congestión nasal. Sin embargo, los médicos advierten de que las gotas de ajo no se deben aplicar más de una o dos veces al día, ya que podrían quemar la membrana mucosa de la nariz y la garganta.

 

 

 

 

Hay que llenar dos barreños de agua caliente. En uno se meten los codos y en el otro las rodillas. Además, durante todo el proceso hay que añadir agua caliente en los barreños varias veces (probablemente con ayuda de un amigo). A lo mejor no se cura el resfriado, pero al menos practicaréis algo de yoga.

 

 

Ante los primeros síntomas del resfriado, muchos rusos corren a la bania (sauna rusa), pues están convencidos de que este es el mejor remedio. Se cree que cuanto más temperatura tiene el vapor, más rápido se superará la enfermedad. Sin embargo, los amantes de la bania también pueden relatar una experiencia completamente distinta, cuando el resfriado no solo no se cura después de la bania, sino que se complica.

 

 

Un remedio popular verdaderamente extraño son las gárgaras con queroseno. Se ha de señalar que para este ‘inusual’ remedio solo se debe emplear queroseno purificado y diluido en agua. No obstante, mejor no se arriesgue: los médicos prohíben categóricamente esta extravagante fórmula.