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Cinco directores que volvieron de la guerra y cambiaron la visión de Hollywood

Por Jill Serjeant/ Reuters | 31 Marzo, 2017 - 09:28
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Documental "Five Came Back" muestra a los cineastas que capturaron la sombría realidad de la Segunda Guerra Mundial.

William Wyler perdió su audición, George Stevens nunca hizo otra comedia y John Huston sufrió lo que ahora se conoce como Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) tras años de filmar escenas de muerte y destrucción.
 
Los tres directores, junto con Frank Capra y John Ford, no fueron los únicos que cambiaron tras sus experiencias en la Segunda Guerra Mundial. El mismo Hollywood cambió, muestra el documental "Five Came Back", llevando un nuevo realismo a cómo se mostraba la guerra en las películas.
 
Aunque ninguno de los cinco combatió, todos dejaron exitosas carreras y vivieron el conflicto bélico durante sus años filmando muchos de los principales momentos claves de la guerra.
 
"Los efectos que causó la guerra en esos hombres fueron profundos", dijo Mark Harris, autor de "Five Came Back", que fue adaptado para el documental emitido por Netflix. Sus experiencias "les dieron un apetito por independencia y autonomía y por esforzarse más en busca de realismo e inmediatez en sus películas".
 
Antes de entrar en el conflicto "el público estaba muy acostumbrado a una guerra esterilizada", comenta el director Steven Spielberg en el documental. Pero los cineastas capturaron la sombría realidad de la campaña en el norte de África, el "Día D" y la batalla de las Ardenas, así como la liberación de París y Roma y los horrores del campo de concentración de Dachau.
 
Al volver a Hollywood, la carrera de los directores tomó giros diferentes. La película de Wyler sobre veteranos discapacitados física y mentalmente "The Best Years of Our Lives" ganó siete premios Oscar en 1947.
 
Capra realizó la nostálgica "It's a Wonderful Life" en 1946 que, si bien ahora es considerada un clásico, en su época fue un enorme fracaso.
 
Stevens, un maestro de la comedia musical en la década de 1930, creó material de la liberación de Dachau que fue usado en los juicios de Nuremberg sobre crímenes de guerra. Quedó tan afectado por lo que vio que abandonó las comedias y realizó películas serias como "El Diario de Ana Frank".