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Cinco hoteles centenarios para viajar al Chile colonial

Por Agencias | 8 Septiembre, 2016 - 11:01
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La inmigración europea dejó una herencia arquitectónica que aún puede apreciarse en distintos rincones del país sudamericano.

Aunque los españoles fueron mayoría, croatas, alemanes, franceses, británicos e italianos también se arrimaron a la remota geografía chilena durante los siglos XIX y XX. Parte de su legado se encuentra al máximo esplendor, en emblemáticos hoteles del centro y el sur del país, que el buscador online Trivago destaca en la siguiente selección.
 
1. Hotel Las Torres Patagonia, Torres del Paine
 
Corría 1926 y la familia Kusanovic, de origen croata, encontró a los pies de las Torres del Paine, un lugar propicio para el negocio de la crianza de vacunos. Sin embargo, el negocio familiar que llamarían “Estancia Cerro Paine”, dió un giro hacia el turismo debido a la gran cantidad de visitas que recibían. Así fue como nació este icono de las costumbres y tradiciones patagónicas junto al legado eslavo. El restaurant y el bar del hotel permiten degustar de la gastronomía típica de la zona el restaurante Coirón, con alimentos que provienen de su propia huerta orgánica y con cervezas regionales. El hotel también cuenta con un spa que permite a sus huéspedes relajarse en medio de la quietud patagónica,  caballerizas con caballos protegidos y aptos para realizar paseos, una tienda con productos locales y típicos chilenos, además de equipamiento outdoors, y libros con información de la flora y fauna de la zona.
 
 
2. Hotel Serenade, Frutillar
 
En 1918, la familia Pinninghoff construyó a orillas del Lago Llanquihue una casona de estilo alemán que hoy en día es el Hotel Bauernhaus el cual atesora todo el legado histórico de sus antepasados. El hotel cuenta con 8 habitaciones exclusivas que rememoran a sus familiares de origen alemán. A pasos de este hotel se ubica el hotel hermano “Serenade de Franz Schubert” el cual está ubicado sobre una antigua casona de los años 40’, construida con todo el legado alemán típico de la zona. Además, este hotel fue el pionero en usar energía solar, mostrando así un gran compromiso con el medio ambiente. Ambos hoteles, ofrecen en su salón de té, la posibilidad de degustar las sabrosas recetas alemanas junto a ingredientes de la zona y saborear los famosos kuchen.
 
 
3. Hotel Castillo Rojo, Santiago
 
El hotel boutique Castillo Rojo está ubicado en el centro mismo de la Plaza Camilo Mori, en pleno corazón de Bellavista. El barrio es famoso por su música en vivo, teatros, restaurantes y alegre vida nocturna. El icónico Castillo Rojo, fue construido originalmente en 1923, como una elegante casa para la familia de origen francés Lehuedé y fue también famoso como lugar de encuentro tanto para chilenos como para extranjeros. En 2013 se le volvió a dar vida, pero esta vez como hotel boutique, con muebles originales de aquellos tiempos, chimeneas y trabajos en madera restaurada, con elementos de iluminación y diseño propios del estilo de los años 20. Asimismo, el Hotel Castillo Rojo ofrece comodidad y lujos modernos, incluyendo 19 habitaciones climatizadas en forma individual, un bar y dos restaurantes, Cabildo, especializado en comida ancestral chilena y Amadeo, bar gourmet. Sus huéspedes aquí pueden retroceder en el tiempo y experimentar el estilo elegante del Santiago de 1920.
 
 
4. Hotel Reina Victoria, Valparaíso
 
Si de historia se trata, este hotel es un verdadero icono del pasado. La historia de este hotel se remonta a mediados del siglo XIX. Donde hoy yace el Hotel Reina Victoria, antiguamente se erigían las antiguas instalaciones del Hotel Exchange y el Hotel Inglés, el cual en 1896 quedo destruido por un incendio que arrasó con todo. Fue así como surgió en la década del 30’ el Hotel Reina Victoria, el cual debido a los sismos de la zona, tuvo una gran reestructuración de la cual se pudo mantener su fachada original, con el clásico estilo de la época. El hotel está ubicado en el corazón del puerto  en el casco histórico de la “joya del Pacifíco” y fue nombrado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
 
 
5. Hotel Pietra Santa, Lumaco/Capitán Pastene
 
En un rincón entre medio de los bosques de la cordillera de Nahuelbuta, en la región de la Araucanía se encuentra “La pequeña Italia del sur del país”: Capitán Pastene. Esta localidad fue conformada por colonos italianos que llegaron a comienzos del siglo XX. Hoy en día su gastronomía ha sabido reflejar la fusión de culturas entre italianos y mapuches y donde el hotel Pietra Santa, no se queda atrás. Para los que quieran volver al pasado a la casa de la “nonna” este hotel que fue remodelado conservando la identidad de sus raíces italianas, permite a sus huéspedes deleitarse con un buen plato de pastas y prosciutto. Además de relajarse en sus bañeras con hidromasajes, el hotel ofrece desayuno y estacionamiento gratuito. Para los más sibaritas, el hotel tiene una privilegiada ubicación a solo 150 metros del Museo del Jamón.