Razones hay muchas. El trabajo, los estudios o las convivencias sociales comúnmente son motivos que llevan a las personas a pasar noches enteras sin dormir, sin embargo, pocos saben que la falta de sueño puede traer consecuencias serias.

 

 

Luego de una noche sin sueño las personas pueden sentir dificultad para concentrarse. Estudios de neuroimagen efectuados en la Universidad de Pensilvania, EE. UU., demostraron que ocurre debido a que se disminuye la actividad en las neuronas de la corteza prefrontal, las cuales mantienen la atención continua.

 

Esa área del cerebro es la encargada de reconocer la información nueva en el entorno y  concentrar la atención en los acontecimientos importantes. También se ve afectada la capacidad de reacción debido a que se reduce la materia gris.

 

 

Una sola noche en vela es provoca que la actividad de los genes que controlan el reloj biológico de las células resulte afectado y esos cambios alteren el control de los niveles de azúcar en la sangre,  tanto en el tejido graso como en los músculos, según una investigación de la Universidad de Upsala, en Suecia. El resultado es un incremento en el riesgo de padecer diabetes.

 

 

Un estudio publicado en la revista Sleep detalló que una noche sin dormir aumenta los niveles sanguíneos de NSE y la S-100B, dos moléculas que promueven el daño neuronal y la pérdida de tejido cerebral. Según los investigadores las personas con problemas neurodegenerativos tienen una alta concentración de esas proteínas.

 

 

La formación de falsos recuerdos aumenta y se incrementa la tendencia a incluir hechos erróneos en las historias que se cuentan. Según una investigación publicada en el Journal of Sleep Research, no es aconsejable escoger como testigos en un juicio a quienes presenciaron un crimen después de un día en vela.

 

 

Científicos de las universidades de Berkeley y Harvard, EE. UU. comprobaron que la falta de sueño aumenta a corto plazo la euforia y la predisposición a ser arriesgados, lo que afecta directamente las decisiones que se toman. Matthew Walker, coautor del estudio, recomendó que médicos y pilotos aviadores no tomen decisiones si pasan una noche sin descansar.