Durante los juegos habrá 85 mil policías y soldados patrullando las calles -el doble de lo que hubo en Londres en 2012- y las autoridades municipales y olímpicas aseguran que Río será “la ciudad más segura del mundo” entre el 5 y el 21 de agosto. De todos modos, los delitos violentos son una realidad cotidiana en la ciudad, donde hay una brecha muy profunda entre ricos y pobres, y es mejor tratar de pasar inadvertido. Los cariocas se visten sencillamente por razones de seguridad y prácticas. Las chancletas hawaianas son el calzado más popular de Río. Y las famosas playas hacen que los pantalones cortos y las camisetas sean el uniforme preferido. En invierno hay un clima templado, pero se recomienda traer un suéter o chaqueta liviana porque las temperaturas pueden llegar a los 18 grados centígrados. Es mejor evitar relojes y bisutería que no sean de plástico, no use teléfonos celulares en sitios públicos ni lleve cámaras fotográficas.

 

 

En general los brasileños hablan portugués y tal vez conozcan algunas palabras de inglés o español. La gente, no obstante, trata de ayudar a los visitantes y se comunica mediante gestos. 

 

Las “churrascarías” ofrecen todo tipo de carnes y no hay límite para el consumo. Para los vegetarianos, las opciones son limitadas. Incluyen puestos que venden jugos de frutas, incluido el acai berry, un fruto tropical de la selva amazónica con muchas propiedades nutritivas. 

 

 

Se está extendiendo el tren subterráneo hasta la playa de Leblón y, hacia el oeste, el barrio Barra de Tijuca, donde se encuentra el Parque Olímpico. Pero el proyecto está demorado y podría no estar terminado para los juegos. Los autobuses se llenan, son peligrosos, con recorridos confusos, y es mejor evitarlos. Abundan los taxis, que son bastante confiables. 

 

Hay muchas atracciones gratis: el Cerro Pan de Azúcar, un morro desde el cual se observa toda la Bahía de Guanabara; la Caída del sol en Arpoador, entre las playas de Copacabana e Ipanema; Pedra do Sal, una fiesta al aire libre; y el centro: las playas de Río acaparan toda la atención, pero el centro de esta ciudad, fundada hace 451 años, contiene muchos monumentos históricos e iglesias de la época colonial que son verdaderos tesoros.