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Cómo desintoxicar el organismo para recuperar la figura

Por El Espectador | 17 Enero, 2017 - 13:48
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No existen alimentos milagrosos, pero sí frutas, verduras y combinaciones con lo que se pueden evitar químicos, hormonas y sustancias como preservativos y conservantes.

Después de las fiestas o simplemente las vacaciones, para muchos el remordimiento por los kilos de más que evidencian el espejo y la ropa que ahora se siente más apretada, la culpa por haber comido a deshoras, cedido a la tentación de los postres o haberse desordenado en las bebidas.
 
Restringir alimentos es la primera solución que se piensa. Una idea que, según expertos, es contraproducente y resulta incluso más perjudicial para el organismo. De acuerdo con María Isabel Fuentes, biocosmetóloga integral, “el cuerpo no se desintoxica de manera agresiva".
 
Así que no es necesario, advierte, "acudir a dietas extremas y mucho menos sustituir alimentos. Lo recomendable es optar por una alimentación sana y natural, orgánica, libre de químicos, hormonas, lácteos y sustancias como preservativos y conservantes”.
 
Aunque aparentemente los malos hábitos solo conllevan a problemas de sobrepeso, en muchas ocasiones también son las causas de un sistema digestivo congestionado, falta de energía, problemas de memoria, inapetencia sexual y exceso de sueño.
 
Así lo manifiesta la nutricionista Juliana Mejía, citando un ejemplo: “Un colesterol alto se debe a que el hígado, principal receptor de las grasas, al sentirse congestionado empieza a delegar funciones a los riñones y genera complicaciones como presión alta o dolores en la parte baja de la espalda. Y cuando estos y el colon se encuentran “tapados”, la piel resulta ser como una válvula de escape y aparece el acné e incluso el envejecimiento prematuro”.
 
Para evitar complicaciones como estas puede recurrirse a métodos de desintoxicación natural que ayuden a intervenir los procesos biológicos gracias a su acción antioxidante.
 
En ese sentido, Javier Rey, docente de Ingeniería de Alimentos de la Universidad de La Salle, afirma que por eso en una dieta de este tipo “es importante ingerir alimentos con vitamina C como la naranja, la guayaba, el limón y en general las frutas que tienen cierto tipo de acidez”.
 
 
También enfatiza en la importancia de la vitamina E contenida en los frutos secos y de los productos con alto índice de carotenos como la auyama, la zanahoria, la acelga, el repollo y el tomate, uno de los antioxidantes más poderosos.
 
Sin embargo, los tres expertos coinciden en que no existen alimentos mágicos. Aunque las frutas y las verduras ayudan bastante, los resultados dependen de otros hábitos saludables como el ejercicio.
 
La nutricionista Juliana Mejía elaboró para nuestros lectores una propuesta de menú semanal:
 
En ayunas: jugo de melón en agua y sin azúcar, para eliminar los líquidos retenidos.
Desayunos: avena en hojuelas en leche de soja con banano o fresas.
Medias nueves: entre una y tres manzanas o una porción de uvas (limpian el hígado).
Media tarde: un yogur bajo en grasa.
Comidas: crema ligera y dos galletas de soda.
 
Almuerzos
Lunes: crema de tomate o dos tomates en rodajas con media pechuga a la plancha.
Martes: ensalada de frutas (adicione queso, yogur o granola).
Miércoles: salmón a la plancha con dos papas al vapor.
Jueves: sopa de verduras.
Viernes: espaguetis con pollo, queso y espinaca.
Sábado: sánduches en pan integral, con queso bajo en grasa y jamón de pavo.
Domingo: carne a la plancha y ensalada.