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Cómo se abre espacio el rock boliviano en el difícil mercado argentino

Por LifeStyle/ La Razón | 20 Septiembre, 2015 - 16:25
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Productor argentino Estheban Reynoso organiza hace tres años evento rock con grupos bolivianos en Buenos Aires. “Con cincuenta años de historia, la música rock del altiplano tiene mucho para sorprender el mundo”, dice.

Estheban Reynoso es el productor-mánager-fanático de rock argentino y precursor de la difusión del rock boliviano en Buenos Aires, considerada la capital del género en Latinoamérica. 
 
Lleva más de una década promocionando y difundiendo lo que hacen músicos bolivianos y, aunque en un principio supuso una titánica tarea, ya empieza a cosechar sus frutos logrando el reconocimiento —en la tierra de Pappo y Spinetta— de lo hecho aquí, a través del Bolivia Rock Fest.
 
El rock boliviano tiene cincuenta años de historia y cuenta con una sensibilidad y una musicalidad distinta a la del resto de los países de la región. 
Para el experto, el boliviano en general, más allá de los modismos regionales, maneja un castellano muy fluido y eso se transmite de alguna manera en sus letras. Es una de sus particularidades.
 
Hoy, el grupo que encabeza la nueva horneada de rock boliviano es Octavia. En Buenos Aires han tocado una veintena de veces en el último tiempo, siempre de manera ascendente: de haberse presentado en un local para cien personas como “Loca bohemia”  hasta el reciente concierto en el Vorterix, uno de los templos de la capital argentina en materia de rock. 
 
Reynoso señala que uno de los puntos negativos del rock boliviano es que no ha pensado en su exportación, no ha desarrollado una infraestructura en ese aspecto. 
 
“Pero ya hay toda una historia vivida, son más de cinco décadas en las que el rock boliviano hizo un camino y construyó mitos y lugares míticos como El Socavón, La Muela del Diablo, Clapton, Equinoccio... Ya es hora de que los rockeros de Bolivia miren más al mundo y produzcan pensando en otros mercados”, subraya el productor. 
 
Reynoso es optimista y enfatiza que Buenos Aires es un primer paso, ya que los rockeros bolivianos pueden trascender hacia otros países y continentes.
¿Dónde hay que centrar las mejoras en la producción altiplánica? Básicamente en tres aspectos: difusión, promoción y autoconvencimiento de que sí se puede.
 
“Para el mercado argentino y sus fanáticos es un verdadero descubrimiento saber que en Bolivia se hace buen rock hace ya tanto tiempo. Yo noto que a veces los grupos pelean entre sí, y eso es una pérdida de tiempo. Ojalá la pelearan contra Pink Floyd, pero se enemistan con el compañero cuando hay que pelearla con el mundo. Cuando vienen a Buenos Aires cambia la cosa, porque se unen por un motivo, que es el de mostrar el rock de Bolivia”, comenta el reconocido productor.
 
Dentro de los hitos de la música rock boliviana en Argentina está la presentación de Octavia en el canal deportivo Fox Sports. Otro fue el ciclo en el local Vorterix y el Festival Buenos Aires celebra Bolivia, organizado en la histórica Plaza de Mayo, que en la versión 2015 incluyó a grupos como Efecto Mandarina, Mammut, OIL y Animal de Ciudad.
Los planes a futuro que observa Reynoso es seguir potenciando el Bolivia Rock Fest que ya lleva tres años seguidos en Buenos Aires, siendo pedido en Uruguay y Paraguay.  
Lo principal, subraya Reynoso, es que “ya es hora de que los rockeros bolivianos piensen en grande, porque son grandes de verdad”.