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Cristiano Ronaldo, una máquina perfecta

Por Antonio Torres Cerro | 10 Noviembre, 2014 - 09:24
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Una genética privilegiada unida a un abnegado trabajo han hecho del madridista "el fenómeno de la naturaleza" que es hoy en día, según el fisioterapeuta António Gaspar.

¿Fenómeno de la Naturaleza o portento físico? Estas son algunas definiciones con las que se asocia al portugués Cristiano Ronaldo pero, ¿cuáles son los secretos que le han llevado a erigirse como una máquina "perfecta"? Su fisioterapeuta y su jefe de cocina nos aclaran algunos detalles.

El prestigioso fisioterapeuta luso, António Gaspar, y el jefe de cocina de la selección portuguesa de fútbol, Luis Lavrador, desentrañan algunos detalles no tan conocidos sobre el astro del Real Madrid.

"Podrá ser un caso de longevidad impresionante porque tiene capacidad y características para eso", comenzó por analizar Gaspar, especialista de confianza de Ronaldo, a quien ha tratado desde hace una década.

¿Cómo el mejor jugador del mundo en 2013 y 2008 ha logrado esa poderosa condición física?. Para Gaspar, una genética privilegiada unida a un abnegado trabajo han hecho del madridista "el fenómeno de la naturaleza" que es hoy en día.

Y ese abnegado trabajo le ha servido para esculpir un físico que ha copado portadas de revistas de todo el mundo. Sus colegas del Real Madrid saben que 'Cris', como le conocen, estará una hora antes en las instalaciones de la Ciudad Deportiva que el resto. Una práctica ya habitual en sus tiempos del Manchester United (2003-2009).

"Soy de los primeros en llegar y de los últimos a salir, puedes preguntar a mis colegas", ha aseverado el propio Ronaldo. Son famosas sus interminables series de abdominales que le han permitido, por ejemplo, mejorar su capacidad de salto en el remate de cabeza.

Pero no solo esa espartana disciplina le ha conducido a explotar su extraordinaria velocidad, resistencia y rapidez de reacción, todas características poco comunes para un jugador de la envergadura del madeirense, con 1,89 metros y 85 kilos, parámetros más propios de un jugador en el que prima la fuerza sobre el resto.

“Tengo una buena genética

"No como cosas fritas, hamburguesas, comida rápida, bebidas con gas (...). Aunque gracias a Dios, tengo una buena genética y podría comer lo que quisiera", ha confesado.

El pescado a la parrilla y la sopa de verduras son los platos que hacen las delicias de Cristiano Ronaldo, un auténtico fan de la gastronomía tradicional portuguesa, concretamente, de la de su Madeira natal.

"Come todo tipo de platos como atleta responsable que es, pero lo que le gusta mucho es el pescado, en concreto la dorada, el emperador y el róbalo", comentó Lavrador, autor de "Ao Sabor da Bíblia", una obra resultante de su tesis donde recorre el libro sagrado del cristianismo "comiendo" y "bebiendo" pan sin fermentar, agua o vino.

El chef relacionó los gustos de Cristiano a los productos típicos que se encuentran en el archipiélago atlántico de Madeira -donde nació hace 29 años-, por lo que es también un "amante" de las frutas, muy abundantes en estas paradisíacas islas situadas a casi 1.000 kilómetros de Lisboa.

"Sus postres son a base de fruta y no es nada goloso", agregó Lavrado, para quien los "zumos naturales" de pera, manzana o piña son "una constante" en la dieta del delantero, compuesta normalmente de "mucho sabor portugués".

Sus menús suelen aportarle unas 3.000 kilo/calorías al día -unas 1.000 más que las recomendadas para un hombre adulto- y están siempre confeccionados bajo supervisión médica y a base de arroces, pastas, frutas y frutos secos.

A escasos meses de cumplir 30 años –el próximo 5 de febrero, el ocaso de la carrera de Ronaldo aún se ve lejano, según Gaspar, a pesar de la tendinosis rotuliana que le atormentó en los últimos meses y que, como el propio Ronaldo asumió, puso su carrera en riesgo por forzar cuando no debía, tanto en la final de la Liga de Campeones como en el Mundial de Brasil.

"Si quiere, Cristiano todavía tendrá muchos años por delante. Podrá jugar a un alto nivel hasta los 34 o 35 años sin grandes complicaciones", anotó el fisioterapeuta.

Su "capacidad mental de superación y de hacerlo mejor" es otro factor que le puede ayudar a alargar su recorrido en la elite.

"Digo 34 o 35 años porque es una perspectiva razonable, y no digo más porque puede haber un momento en el que él mismo quiera hacer otras cosas. Pero eso es una cuestión personal. Lo que está claro es que si él lo desea, podrá ser un caso de longevidad impresionante porque tiene capacidad y características para ello", aseguró.

Hasta la dichosa tendonisis rotuliana, una degeneración crónica de las microfibras del tendón de la rodilla, Ronaldo tenía una hoja de servicios casi impoluta en lo que se refiere a lesiones.

Su grado de exigencia

Había que remontarse a 2008 para recordar su percance más grave: una rotura del ligamento del tobillo derecho con el Manchester United que le dejó tres meses de baja.

"Él tuvo una evolución equilibrada. Me acuerdo de él hace once años y se trata de una evolución progresiva. Mejoró técnicamente, en la elasticidad, en su capacidad de trabajo. No sólo en la fuerza", sustentó Gaspar.

Del liviano Ronaldo que debutó en el Sporting con 17 años al de la actualidad, rozando la treintena, se nota especialmente el desarrollo muscular del jugador, cuyo tren superior se asemeja con una coraza.

Él "nunca decae físicamente de forma abrupta", pues mantiene un rendimiento medio muy alto durante los noventa minutos, sin grandes altibajos, añadió el fisioterapeuta.

Y todo ello a pesar de la "avalancha" de encuentros que disputa por año el galardonado con el Balón de Oro del 2008 y del 2013: unos 70 de media entre compromisos del club y de la selección.

El recorrido de Ronaldo, hijo de una familia humilde del barrio de Santo António, en Funchal, no fue sencillo. Hasta tocar el cielo superó las privaciones económicas e incluso una operación de corazón, cuando tenía apenas 15 años y estaba en la cantera del Sporting de Lisboa.

Su madre, Dolores Aveiro, confesó que temieron por la carrera de su hijo. Los médicos, sin embargo, lograron cauterizar la fuente de latidos cardíacos irregulares y Ronaldo retomó su actividad normalmente.

"Su grado de exigencia a sí mismo es tan elevado que busca que todo esté funcionando plenamente", apreció el fisioterapeuta Gaspar.

Por su historia de vida, uno de los deportistas más mediáticos del planeta mostró desde pronto animadversión al alcohol y a las drogas.

Su padre falleció en 2005 por una enfermedad derivada de la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas y su hermano mayor Hugo, hoy encargado del Museo sobre los triunfos de Ronaldo, tuvo problemas de adicción a las drogas.

"El éxito de mi cuerpo es el 50% de mi éxito, por eso hay que cuidarlo", concluyó el jugador.

* Reportaje EFE