Finales del año 1982. Dos fotos de atractivas chicas son intensamente analizadas por 50 hombres. Debían responder a cuál de las dos les gustaría seducir. La escena corresponde al último test que pasaron las actrices Jennifer Beals y Demi Moore para quedarse con el papel central de "Flashdance" (1983).

Ya se sabe quién ganó la poco científica encuesta. La perdedora, en todo caso, aunque debió masticar los resultados, se hizo una promesa. No le iban a quitar el sueño de que ella iba a ganar mucho dinero en la actuación.

Analizada todo el agua que ha pasado bajo el puente, lo cierto es que la chica nacida en Roswell (Estados Unidos) el 11 de noviembre de 1962 logró su objetivo. Fue la única de la generación "Brat Pack" (actores jóvenes en los años 80) que llegó a la cima, explotando como bomba sexy y como actriz fuertemente remunerada.

Existe coincidencia entre los autores de artículos y biografías de la actriz que el año 1996 fue el mismo en el que tocó techo y comenzó a descender. La película "Striptease" la ubicó hace veinte años como la actriz mejor pagada de Hollywood, superando los US$10 millones por filme. Pero también fue el comienzo de un declive evidente.

Allí donde películas como "Ghost" (1990) y "Una propuesta indecente" (1993) lograron conectar con los espectadores, "Striptease" fue el momento en que se produjo la distancia con el público. Y con la crítica.

Comienza el tiempo en el que Demetria Guynes se hizo famosa como "Give more" y no Demi Moore, porque parecía mostrar más encomio en la negociación de sus contratos y ganancias, que en el desarrollo de sus papeles.

En lo primero sus esfuerzos alcanzaron récords en la industria, como los US$12 millones obtenidos por la película en que debía sacarse la ropa, pero en lo segundo no hay recuerdos en los que se pueda decir "con esta película se recuperó".

Por el contrario, Moore nunca fue muy querida en la industria. Se aceptaron sus exigencias porque generaba dinero. Cuando dejó de hacerlo, Hollywood la castigó. Con "Striptease" la actriz obtuvo su caramelo, pero también su exilio.

Por lo demás, nunca necesito otra cosa. Su sueño de ganar mucho dinero con la actuación lo cumplió con creces. Vengó su amarga derrota desde los tiempos de "Flashdance" y generó ganancias para ella y otros.