A la hora de resumir el corte final de “The Revenant”, la cinta que Leonardo DiCaprio acaba de filmar con el director mexicano Alejandro González Iñárritu, el actor estadounidense no se guarda elogios. Para él se trata de “una obra de arte".

 

Basada en la historia real del explorador Hugh Glass, la cinta se centra en su sobrevivencia a un ataque de un oso en plena zona ocupada por indios durante el siglo XIX en Estados Unidos y a su posterior deseo de venganza, al sentirse abandonado por sus compañeros de labor.

 

Glass formaba parte de las expediciones que guiaban a colonos y comerciantes estadounidenses por las zonas indias del antiguo oeste. En una de esas labores, es atacado por una osa grizzli, quedando agonizante.

El jefe de la expedición deja la orden a dos voluntarios para que se queden cuidando a Glass y esperen un tiempo prudente por si logra recuperarse. Sin embargo, al poco tiempo lo abandonan. E incluso, se llevan sus pertenencias y caban su tumba, pero no logran darle uso porque antes son atacados por los indios de la zona y huyen.

 

Dadas las circunstancias los dos encargados del cuidado del explorador dan cuenta de su muerte. Y se da por hecho que Glass pasó definitivamente a mejor vida.

 

Sin embargo, el personaje encarnado por DiCaprio logra recuperarse, sanando milagrosamente de sus heridas, superando un brutal invierno y evitando enfrentamientos con las tribus de indios que pueblan la zona.

 

Tal como la historia real, lo cierto es que la filmación fue un constante esfuerzo para el equipo técnico y actoral. Incluso, la fase estuvo llena de despidos y renuncias.

 

Para DiCaprio, en cambio, sacar adelante la cinta fue un reto que le alegra haber salvado. Sobre González Iñárritu ha dicho a los medios que el director posee "las mejores virtudes de los más grandes cineastas con los que he trabajado, incluido Martin Scorsese”.

 

Y es que, a diferencia de su último papel como Jordan Belfort en "El Lobo de Wall Street", DiCaprio en esta película habla muy poco. Y todo el desafío emocional y comunicativo lo asume con su expresión corporal, sus ojos y su expresividad.

Como puede resultar obvio, tras lo vivido el personaje de la historia se encierra en sí mismo y su modo de relacionarse con el mundo va cambiando radicalmente.

 

“Se trata de una persona a la que le han sustraído absolutamente todo y que necesita encontrar cierto deseo espiritual y existencial para seguir luchando. Contar eso sin apenas diálogo fue muy interesante para mí", explica el actor en la prensa.

 

La película, que tiene fecha de estreno para el viernes 8 de enero, se filmó sólo con luz natural, en un trabajo muy minucioso y técnico del director de fotografía mexicano Emmanuel Lubezki, por lo que el equipo debió trasladarse desde Canadá hasta la Patagonia en búsqueda de la luz y la nieve adecuada a los requerimientos de la historia.

 

“Fue realmente una experiencia muy instintiva", subraya DiCaprio.