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Dos litros de agua diarios mantienen el buen funcionamiento de los riñones

Por LifeStyle | 13 Marzo, 2015 - 17:23
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Sociedad Internacional de Nefrología subraya este viernes como el Día Mundial del Riñón, advirtiendo que la población necesita conocer su función y cómo prevenir la enfermedad renal crónica terminal.

Con el lema “riñones sanos para todos”, este 13 de marzo se conmemora el Día Mundial del Riñón, organizado conjuntamente por la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la Federación Internacional de Fundaciones Renales (IFKF).

En el mundo, una de cada diez personas tiene algún grado de enfermedad renal crónica, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En algunos países de la región como Chile, por ejemplo, la enfermedad renal representa el 10% del gasto público en salud por garantías explícitas, siendo la diálisis y el trasplante los tratamientos para la insuficiencia renal terminal. En Argentina, en tanto, la incidencia de esta enfermedad se ha duplicado en los últimos años, a la par del aumento de la obesidad, la diabetes y la hipertensión.

Gradual pero constantemente el tratamiento renal se transforma en un gran problema sanitario.

Este año el evento enfatiza la mantención de los riñones sanos, para lo cual la población necesita conocer su función y cómo prevenir la enfermedad renal crónica terminal.

La salubrista y coordinadora chilena del Programa de Salud Pública de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Central, doctora Nelly Baeza, explica que por el riñón pasa toda la sangre del cuerpo varias veces al día, con el fin de mantenerlo lejos de diversos residuos metabólicos del organismo (como son la urea, la creatinina, el potasio y el fósforo) a través de un complejo sistema que incluye mecanismos de filtración, reabsorción y excreción.

“Para ello es importante mantenerse hidratado adecuadamente, sobre todo en estos días calurosos. Se recomienda que un adulto beba al menos 2 litros de agua de forma distribuida durante el día”, agrega.

La cantidad de sal (cloruro de sodio)  que se usa en las comidas también importa, ya que un nivel alto de sal hace trabajar más al riñón y a la larga le perjudica. “En este sentido, mantener una presión arterial normal también es importante, debido a que el riñón está formado por muchas arterias y venas que se afectan directamente en los pacientes hipertensos”, detalla la especialista.

Esta enfermedad es silenciosa y se instala en años. Asintomática por mucho tiempo, se suele hacer el diagnóstico cuando ya no existe más que diálisis o trasplante, es decir, reemplazo de nuestro riñón.  Por ello es vital realizar chequeos preventivos anuales de control de presión arterial, glicemia, exámenes de función renal y peso. Si en nuestra familia existen antecedentes renales, su médico de cabecera le indicará cuando realizar más exámenes como una ecografía renal.