Artículos
Durante las vacaciones deben remarcarse las normas de cortesía social
Para una estadía agradable en cualquier lugar, el respeto no debe perderse en ningún momento.
La educación abre un sinfín de puertas, y esta es una realidad consabida. Además, el mundo nos obsequia una diversidad cultural cuya riqueza exige nuestros mayores respetos, principalmente a las tradiciones, que no serán iguales en cada una de nuestras paradas.
Comportamientos que son aceptables en un lugar, podrían ser ofensivos en otro. Y para una estadía agradable, mantengamos imperturbable la cortesía en todo momento.
Salir de nuestra rutina de horarios y vestimenta en esta época es usual, pero no amerita que olvidemos las buenas costumbres. Esto es etiqueta. Esto es protocolo.
Como planear las vacaciones, a veces, es complicado, compartimos consejos que agilizan pendientes y optimizan presupuestos. Veamos:
- Comamos ligero y durmamos bien antes de partir.
- Tratemos de no quebrantar el ciclo biológico del sueño, por ejemplo, madrugando en el intento de llegar a destino el mismo día.
- Establezcamos paradas de descanso, al menos, cada dos horas.
- Definamos en qué medio de transporte nos desplazaremos. No es lo mismo movilizarse en auto o avión que en barco o tren, sobre todo, pensando en el equipaje.
- Si iremos en coche, el piloto debe dejar de lado los estímulos que sobreexcitan el sistema nervioso –música a todo volumen, nicotina y cafeína–. Por encima de todo, evitemos en el trayecto las discusiones que no benefician en nada; al contrario, representan potenciales situaciones de alto riesgo.
- Informémonos del estado de las rutas y las condiciones meteorológicas que encontraremos.
- Corroboremos que el hospedaje que hayamos reservado disponga de wifi en todas las áreas; algo básico hoy por hoy. Nadie quiere quedarse desconectado ni gastar megas del plan de telefonía móvil.
- Apuntemos a un hotel con desayuno incluido y, al hacer el check-in, consultemos el horario del mismo para no perderlo.
- Averigüemos cuáles son los restaurantes tradicionales –los grandes restós no son buena idea en temporada alta– para visitar los establecimientos típicos de la localidad.
- No exageremos en las comidas. Un metabolismo ocupado en la digestión merma la capacidad de reacción física.
- Llevemos solo lo necesario. Ahorrar espacio es ahorrar dinero, ya que no acabaremos pagando por maletas extras, y andaremos más livianos.
- Programemos con antelación las actividades. Esto nos garantiza conocer más sitios de nuestro destino escogido y, a la vez, economiza tiempo y dinero.
- Grabemos en el celular –sin olvidar el cargador e, incluso, previendo otro por si uno sufriera algún desperfetco– los números de emergencia, las pólizas de seguro vial y salud, policía caminera, familiares y amigos capaces de auxiliarnos, dado el caso.
- Actualicemos las aplicaciones de ubicación satelital, mapas y documentos en el smartphone.
Recordemos: “Con el tiempo, todos los viajes terminan en el mismo lugar: en casa”, Chris Geiger.