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El eterno duelo en la cancha entre Europa y América

Por Raúl Molina y Miguel Piñeiro | 7 Julio, 2014 - 09:20
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El Mundial de fútbol de Brasil se está caracterizando por la igualdad, pero una vez más se repite la historia del torneo reservado a un duelo por el título entre Europa y América.

El Mundial de fútbol de Brasil 2014 se caracteriza por la gran igualdad entre los favoritos y los teóricamente modestos, como demuestra que cinco de los ocho partidos de octavos llegaran a la prórroga, pero una vez más se repite la historia de este torneo, reservado a un duelo por el título entre Europa y América.

A pesar de la enorme competitividad que ha deparado el campeonato, definitivamente ninguna de las cuatro selecciones semifinalistas en Brasil 2014 es una sorpresa. Brasil, Alemania, Argentina y Holanda ya saben lo que es quedar entre los cuatro primeros en un campeonato del mundo. 

Lo demuestran los cinco títulos de Brasil, los tres de Alemania, dos de Argentina y los tres subcampeonatos de Holanda, que es la única semifinalista que todavía no ha ganado el ansiado trofeo.

La trayectoria de estas cuatro selecciones destaca por los problemas que han tenido a partir de la primera fase. Todas jugaron la prórroga en algún momento: Brasil pasó por penaltis frente a Chile en octavos, al igual que Holanda en cuartos contra Costa Rica; Alemania y Argentina necesitaron la media hora adicional para vencer a Argelia y Suiza, respectivamente, en octavos de final.

El gran rendimiento de las selecciones más modestas presagiaba que alguna podía llegar muy lejos: Costa Rica y Colombia encabezan la lista de las revelaciones del Mundial, gran actuación también de México, Argelia, Nigeria o Estados Unidos, eliminadas pero dando guerra.

América versus Europa, una vez

Sin embargo, a la hora de la verdad las grandes potencias de América y Europa han terminado por imponerse. Brasil 2014 volverá a ser una lucha por el trono del planeta fútbol entre la CONMEBOL y la UEFA.

Argentina y Brasil tienen la oportunidad de que América iguale a Europa en diez mundiales. Alemania y Holanda tratarán de conseguir el primer título para los europeos en tierras americanas, la que sería la undécima copa del mundo que llegaría al viejo continente.

Brasil juega en casa y sueña con ser hexacampeón, pero tiene el handicap, no esperado: no contará con su gran estrella Neymar. Aunque  Scolari insuflaba ánimos a los suyos declarando: "Estará con nosotros si puede, ya sea en el banquillo o en la tribuna. Se lo hemos pedido". Además en la semifinal tampocó contará el técnico con el defensa central Thiago Silva.

Argentina pretende alcanzar su tercer mundial en la tierra de su eterno rival futbolístico y lo pone casi todo en manos de Leo Messi, tras la lesión muscular de su figura Ángel Di María. Un problema que también será importante en la disputa de su semifinal. 

Alemania, por su parte, quiere llegar a su octava final y conseguir su cuarto título. Un equipo sobrio, rocoso, pero que ha mostrado poco fútbol y donde el lateral, reconvertido en medio y vuelto al lateral, Lahm se ha erigido en una de sus principales figuras junto con el delantero Thomas Müller y el portero Neuer.

Y por último Holanda, que anhela resarcirse de sus tres finales perdidas y entrar en el olimpo de los campeones del mundo de mano de su gran estrella: Arjen Robben. Un jugador determinante en ese equipo, ya que de los doce goles que han marcado los naranjas, el jugador del Bayern de Múnich ha participado en seis y ha dado una asistencia.

El domingo 13 de julio se despeja la duda. El campeón del mundo será brasileño, alemán, argentino u holandés, americano o europeo. Lo que está claro es que, gane quién gane, la sorpresa no será mayúscula. La historia volverá a imponerse en el fútbol.

* Reportaje EFE