Asombrosas historias reales de los infames capos de la droga de fines de la década de los ochenta y los esfuerzos de la ley para detenerlos en un conflicto brutal y sangriento conforman el nudo central de una serie recientemente estrenada, pero que -por la dinámica del streamming- ya genera muy buenos comentarios tanto en la audiencia como en la crítica especializada.

 

La serie detalla el choque entre las fuerzas en conflicto -jurídicas, políticas, policiales, militares y civiles- que buscan el control de la cocaína, una de las mercancías más valiosas del mundo a partir de las dos últimas décadas del siglo XX. Destaca y conmueve la cruda narrativa con la que está construida. 

 

El proyecto reúne al creador y productor José Padilha ("Tropa de élite" y "RoboCop") con el aclamado actor brasileño Wagner Moura ("Tropa de élite" y "Elysium"), quien interpreta a un cautivante Pablo Escobar.

 

También aparece Boyd Holbrook ("Perdida") y Pedro Pascal ("Game of Thrones"), quienes personifican a los agentes de la DEA Steve Murphy y Javier Peña. La serie también cuenta con las poderosas actuaciones del colombiano Juan Pablo Raba ("El corazón del océano"), la estrella de teatro británica Joanna Christie ("Once"), la sensación mexicana Stephanie Sigman (a quien se podrá ver en la nueva cinta de Bond, "Spectre", este 2015),  el actor colombiano Manolo Cardona ("Covert Affairs"), el renombrado actor brasileño André Mattos ("Tropa de élite"), el querido puertorriqueño Luis Guzmán ("Boogie Nights") y la atractiva  mexicana Ana de la Reguera ("Nacho Libre").

 

Eric Newman ("Niños del hombre"), junto al equipo de Doug Miro y Carlos Bernard ("El aprendiz de brujo") y también Chris Brancato ("Hannibal") son productores ejecutivos de la serie. "Narcos" es producida por Gaumont Television para Netflix.

 

La narrativa se centra en cómo a comienzos de los 70 Pablo Escobar y otros narcotraficantes colombianos descubren que pueden hacer mucho dinero si seducen a los estadounidenses adinerados con la droga.

 

Todo se desarrolla, en parte, a través de la mirada de Steve Murphy, uno de los agentes de la DEA enviados a Colombia desde Estados Unidos para tratar de detener el flujo de cocaína.

 

Usando la técnica de voz en off, principalmente al inicio, la cámara mezcla escenas dramatizadas y material de archivo de la época, se escucha a Murphy (Boyd Holbrook) describir lo que está sucediendo. La técnica permite abarcar suficientes sucesos, ya que el relato le da velocidad a la historia cuando es necesario.

 

Ya a la mitad de diez episodios se ve florecer un negocio ilícito, cómo se corrompen los sistemas políticos y de justicia de Colombia con el dinero de la cocaína y cómo entran en escena las campañas anticomunistas y antidrogas de Estados Unidos. "Es alucinante y está presentado de manera experta", anota un crítico del New York Times.