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El libro que aborda la toxicidad de las relaciones

Por Fausto Ponce/ El Economista.com.mx | 29 Noviembre, 2016 - 08:31
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En Detox emocional, Silvia Olmedo expone lo que resulta nocivo para el crecimiento y bienestar personal.

Mientras todo el mundo está obsesionado con los tóxicos del ambiente, hay otro tipo de toxicidad que se nos escapa de las manos y que también acaba por enfermarnos: me refiero a la toxicidad de las personas.
 
Y es que existen personas que están en nuestra vida, pero cuya influencia resulta nociva y estorban nuestro desarrollo. Por eso, la psicóloga Silvia Olmedo escribió Detox emocional, un recorrido por una serie de circunstancias en las que se presenta esta toxicidad que no sólo nos impide crecer, sino también alcanzar la felicidad. Así pues, tenemos relaciones de pareja tóxicas, relaciones laborales, de amistad, familiares y digitales (lo concerniente a las redes sociales).
 
“La baja autoestima lo es todo, es la puerta que abre la gran mayoría de las relaciones tóxicas. Cuando te crees lo que eres, no haces concesiones sobre ti que no deberías de hacer. Pensamos que en una relación afectiva que querer alguien es hacer todo a pesar de nuestros valores, por presión, porque nos chantajean con algo que nos da miedo a perder”, nos cuenta la autora.
 
Otros factores pueden ser el miedo a estar solos, la idealización de una persona; “... es como una paella con muchos ingredientes”, comenta. Pero la clave está en detectar que hay una toxicidad emocional que está relacionada con tus creencias sobre ti y tu entorno, por lo que es importante cuestionarlas, neutralizarlas y proponer una creencia alternativa a la sustituya.
 
Silvia propone cerrarle la puerta a esas personas, aunque admite que en el caso de la familia, que usualmente se da de padres a hijos, puede ser un poco complicado. “A un familiar no le puedes cerrar la puerta, debes establecer otras reglas, pero hay gente a la que debes cerrarle la puerta porque hacen mucho daño y hay trabajos que debes decir ‘no son para mi, porque no van con mi persona’. Con los familiares hay que establecer límites y decir ‘hasta aquí te dejo llegar’”, explica.
 
Para Silvia, la toxicidad está en todas partes, aunque observa que cambia de cultura en cultura y de país en país. “En Estados Unidos se da que los amigos te usen, es más común que aquí. El que tú seas un medio para un fin se da más en los anglosajones que los latinos. En México y España se da la mamá chantajista emocional, la relación de los padres que aman mucho y le coartan la libertad a sus hijos, aunque lo hacen con buenas intenciones. O por ejemplo, los padres se que se meten en la relación de pareja”.
 
En cuanto a la toxicidad digital, la psicóloga comentó: “Para gente que tiene baja su autoestima, Facebook es un medio para sentirse aceptado y reconocido socialmente. Se dedican a colgar fotos y mensajes buscando esa aprobación de otros a través de likes, conectándose constantemente para ver si alguien les ha dado un ‘me gusta’, lo cual les proporciona un placer inmediato pero en ningún caso ayuda a fortalecer su autoestima. Su felicidad o infelicidad diaria se basará en el número de ‘me gusta’ de cada día”.
 
Por último, Silvia comentó lo siguiente: “Hay que establecer límites para filtrar la realidad y la gente, y decirles hasta dónde llegar para que no les hagan daño. La gente tóxica entra porque quieres que entre, sin darte cuenta o dándote cuenta. Tú eres quien decide comer un alimento tóxico o no”.