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Escritor Francisco Ortega presenta "Logia", el lado B de la historia de Chile y América Latina
A pocos días de estar en las librerías chilenas, la publicación ya agotó su primera edición. Mientras disfruta de ese éxito, ya prepara su próximo trabajo. Anuncia que las conspiraciones siguen estando en su lupa.
Todo comenzó con Moby-Dick. Era 1971 cuando Francisco Ortega se encuentra con una referencia que le llama la atención dentro de una de sus historietas preferidas de niño, Mampato. Se trataba de esa ballena blanca centro de la novela del escritor estadounidense Herman Melville. Al poco tiempo, dan una película sobre ella en el único canal que llegaba a la ciudad donde nació, Victoria, en la IX Región de Chile.
Por esas casualidades de la vida, cuando tenía ocho años encontró en el baño de la casa de su abuelo una revista, la cual dejaría entrever que estos cachalotes blancos serían propios de la isla Mocha, en la VIII Región de Chile. Uniendo cabos, la ballena más famosa de la historia era chilena. Ese dato que era una especie de secreto a voces en el que pocos habían indagado lo trastornó durante 30 años y le desató unas ansias de buscar el lado no contado de muchos relatos.
Hoy Francisco Ortega se mueve con sigilo, en un pausado andar. Incluso, a veces, con cierta timidez. Pero eso es sólo una parte de él, porque este periodista y escritor chileno está en un momento vertiginoso, donde su celular suena constantemente y su bandeja de mails se va renovando cada tanto. Para qué hablar de sus redes sociales.
Por estos días, la cotidianeidad de este historiador frustrado, como él mismo se define, bien poco tiene de serena, dado que hace aproximadamente un mes su nuevo trabajo, "Logia", salió a la venta en las librerías chilenas y todo ha sido un rápido boom: la semana pasada se agotó la primera edición y se está trabajando en una segunda.
Este thriller histórico contemporáneo que se centra en la Logia Lautarina, se suma a otros trabajos del autor, como "El Horror de Berkoff", "1899" y "Mocha Dick".
Un lugar común en muchas de sus creaciones suele ser el sur de Chile, donde Francisco Ortega nació. Este periodista creció en el seno de una familia dividida en lo teológico, con una madre evangélica y un padre católico, por lo que este guionista se nutrió desde pequeño en lo religioso. Sin embargo, fue a los 15 años cuando deja de ir a la iglesia en un acto de protesta, luego que un cura objetara la polera de Pink Floyd que llevaba puesta. En ese momento Ortega optó por su referente musical.
De pensamiento agudo y lengua rápida y reflexiva, a este periodista le gusta andar por el lado B, indagar en conspiraciones y abordar hechos paranormales en sus trabajos. Y es que Francisco Ortega es así, le gusta recorrer esa otra vereda, escarbando en esas historias un tanto inexploradas en Chile y América Latina. Y al parecer, la gente también quiere recorrerla y dejar de mirarla desde lejos. Eso por lo menos dicen las ventas. Las imágenes sagradas de los grandes próceres, quizás, se remecen desde el más allá.
- ¿Qué tanto de verdad hay en "Logia", en que se hace tanta referencia a antecedentes históricos chilenos y latinoamericanos?
-Lo que le digo a los lectores es que esto es una novela histórica, uso hechos históricos, datos, fechas, pero en función de una obra de ficción, una aventura. Si alguien entra en el libro con las ansias de aprender, va a aprender cosas que quizás no sepa, o un lado B de las cosas que le enseñaron en el colegio, la universidad o donde sea, pero si quiere saber más que vaya con libros de historia. Los datos duros son reales: las fechas, los lugares, yo diría que lo que es información dura del libro, histórica, 90% es real, algunas cosas se exageraron y se hiperbolearon en servicio de la historia, como es un thriller tenía que meter suspenso.
Todo lo que es la Logia Lautarina, lo que sale en el libro es tal cual. Cuando los protagonistas cruzan los Andes en helicóptero, es una versión novelada de un reportaje que hice para la revista "Muy Interesante" sobre la Logia Lautarina, esos datos están con la fecha exacta, con la información bibliográfica súper precisa, con citas a historiadores chilenos y argentinos que entrevisté. Quizás la única parte histórica que tenga ficción, o el ingrediente del probable, es todo lo referente de la Cuarta Carabela y el viaje de Cristóbal Colón, que es para jugar un poco con la conspiración y todos los mitos que hay en torno al descubrimiento de América.
- Seis años de trabajo, ¿qué tan difícil es ponerle punto final a algo que, parece, se convierte en una obsesión?
- Creo que nunca le puse punto final, llegó un momento en el que dije que si a esto no le pongo punto final no lo voy a terminar nunca. Esos seis años están divididos en varias cosas: hubo investigación, entrevistas, viajes y tres versiones previas de la novela. Una primera que era una novela histórica, ambientada en 1842, y que no la terminé pero que fueron como 200 páginas y mucho quedó en esos capítulos que están ambientados durante la muerte de Bernardo O'Higgins.
¿Por qué no seguí la senda de la novela histórica? porque a mí me interesaba que la novela fuera leída, creo que un escritor que dice que no quiere que lo lean está mintiendo, pero yo como trabajé harto tiempo como escritor sabía qué era lo que le gustaba más o menos al lector chileno y sabía que hace un gran rato hay un gran divorcio entre lo que se está escribiendo en Chile y lo que se lee en Chile, los últimos tres años se publicaron más novelas, libros de cuentos y de ficción que nunca en el país y en los últimos tres años es cuando menos se ha leído autores chilenos.
Creo que esto es por el tipo de historia que se están publicando, creo que el tipo de lector ha ido evolucionando, buscando tramas que le sean más entretenidas, universales, que tengan un código un poco más moderno y los autores nos hemos quedado empantanados. En ese sentido, en la prensa dicen que esta novela es como un Dan Brown chileno, sí, a mí me sirve y ha servido mucho para promocionar el libro, pero ¿qué es ser un Dan Brown? Si él tampoco inventó un género. Este es un thriller que hace uso de la historia de Chile para contar una trama de suspenso, que está estructurada como si fuera una serie de televisión y que está escrita a la usanza de los grandes autores de los thrillers internacionales.
- También hay un dejo de Stieg Larsson en tu novela...
- Se dio una cosa muy especial. Muchos lectores es ese autor asocian el personaje de Princess con Lisbeth, porque es súper raro. Pero nunca lo pensé como Lisbeth. El personaje de Princess, muy pocos lectores, quizás los más familiarizados con el cómic, identificaron quién era: Harley Quinn, la psicóloga amante del Guasón, pero es como súper de nicho, pero parece que Stieg Larsson también lo uso de referencia para Lisbeth, son arquetipos.
- ¿No te molesta que hagan comparación con otros autores internacionales?
- No me molesta nada y no tengo ningún rollo en decirlo, creo que ha funcionado. No me molestan porque en el fondo soy periodista y sé que las comparaciones sirven mucho para dar a conocer un producto, sé que esa comparación sirve para que un lector que no tiene idea de quién soy o el libro, diga, yo leo a Dan Brown, por qué no puedo leer este libro. Yo sé por los lectores que hartos se han acercado por eso, entonces yo no me voy a hacer el huevón. El martes de la semana pasada me llamaron y se agotó la primera edición y se está haciendo la segunda edición de cinco mil ejemplares, que es algo bastante poco frecuente en Chile. No lleva ni un mes en librerías y ya está primero en ventas.
- ¿Ya están medios trazados los planes de internacionalización del libro?
- Argentina, primero, luego México y finalmente España. En España hay un buen aliado, que es una suerte de padrino de este libro que conocimos el año pasado, que es Javier Sierra, uno de los novelistas más populares de España, el único escritor de habla hispana que ha estado en el top cuatro de Best Sellers del The New York Times, y a él le gustó mucho el libro, tuvo muy buena sintonía, yo se lo mandé para que lo leyera, somos de la misma editorial y él está muy interesado en hacer el cuento allá, entonces hay que aprovechar eso.
- Lo bueno, además, que es un tema transversal en América Latina y también España...
- Es súper transversal y si tú te fijas, en la trama sí, es súper chileno, está O'Higgins, la ciudad de Santiago, pero las primeras 200 páginas es un recorrido por el mundo y es un misterio que de partida el de la Logia Lautarina engloba a toda América Latina. Tiene diferente escenarios, en Madrid, Nueva York y Los Ángeles, además se nombran personajes conocidos para todo el continente.
- Por ser un tema un tanto quisquilloso, ¿costó conseguir los datos duros?
- En 2008 estaba todo el boom del bicentenario de los 200 años de independencia de Chile y todos querían hacer productos, nosotros con un equipo nos ganamos la licitación de la "Historia de Chile en Comic" y en el episodio de la Logia Lautarina hubo como un encontrón entre los historiadores de la Universidad de Chile y los de la Universidad Católica por la visión que se quería dar.
En forma paralela estaba desarrollando para la productora Sobras, de Nicolás López, una serie documental con un director español, que lo trajeron para acá, que había trabajado en History y Discovery Channel, Miguel Ascencio, y Luis Pablo Román era el director, que se llamaba "Chilena: crónicas de un país imposible" y la idea era hacer doce capítulos que tuvieran que ver con episodios pocos conocidos de nuestra historia, y que incluso rayaban en lo sobre lo natural. Estaba el Proyecto 5, la internet de Allende; Mocha Dick, la ballena blanca; si los patagones en realidad habían sido gigantes; y la Logia Lautarina. Ese fue, de hecho, el capítulo piloto que se hizo e investigó, entonces yo comencé a familiarizarme y obsesionarme con el tema. En esa obsesión no sale el proyecto, porque finalmente TVN decide que es más barato comprar la franquicia argentina de un programa llamado "Algo habrán hecho". Entonces me quedo con toda esa información y en ese tiempo editaba la versión chilena de la "Muy Interesante" y dije: la voy aprovechar para hacer un reportaje.
Me acuerdo que fue un verano y tenía varios alumnos en práctica entonces les di la idea de entrevistar a esta gente, yo a otros, y con eso armamos una melcocha, un artículo de portada y funcionó súper bien. La "Muy Interesante" vendía bastante bien en Chile, cuatro mil ejemplares, que no dejan de ser y ese número vendió como ocho mil. Incluso, se tuvo que hacer una segunda edición. Claro, la portada era como una ilustración de O'Higgins y San Martín con el triángulo en el medio. El ilustrador de esa portada es el mismo portadista del libro, Marcelo Pérez Dalannays, y yo lo conocí por esa portada y después seguí su carrera y cuando salió la posibilidad de hacer el libro con Planeta le dije a la editora que había conocido un ilustrador que quizás lo deberíamos probar.
No todo el material es de es período, de ahí seguí investigando, entrevistando gente, y en forma paralela a la "Muy Interesante" era editor de la revista del cable de VTR, entonces me tocaba viajar harto y en esos viajes aproveché de juntarme con algunos masones e historiadores a los cuales había contactado por internet, en Argentina, Venezuela tuve un par de reuniones y después en un viaje de placer a España aproveché de trabajar también, de juntarme con algunos historiadores ir a Toledo, Cadiz.
- ¿Nunca tuviste algún problema o algo conspirativo al momento de realizar el libro?
- No. Siempre tuve más cabida, y también porque había más información, con historiadores y masones argentinos que chilenos. Acá fueron como bien cerrados, lo que me pasaron es lo que se sabe y está en todas partes, en cambio los masones argentinos no. Me junté con uno que había escrito una tesis sobre la Logia Lautarina y cuando nos juntamos en Aargentina me pasó un sobre con seis cd's con toda la información.
Es curioso, porque hay mucha gente que apostó que se iba a dar cierta polémica con el libro y no se ha dado, a mi igual me ha extrañado que ningún historiador pro O'Higgins haya saltado, sobre todo ahora que el libro le ha ido bastante bien. Creo que acá tenemos más esa idea que las figuras históricas son sagradas. A mi me pasó con "1899", esa novela gráfica que saqué como hace cuatro años, que jugaba con Arturo Prat y con él tuvimos problemas.
- ¿Cómo evalúas que es la visión que hay de la Masonería en Chile y América Latina, dado que a pesar de secretismo cada vez se han ido filtrando más cosas?
- La masonería es secreta, no se puede sacar esa palabra. Sí cada vez se saben más cosas y ellos mismos están más abiertos. El libro en sí no es sobre la masonería, sino sobre la Logia Lautarina, que es como un pro masonería, pero creo que hay un tema que no es menor: la masonería en América Latina es vital en todos los procesos independentistas, políticos y republicanos, o sea, prácticamente todos los presidentes de Chile han sido masones, incluso Augusto Pinochet, que fue expulsado, está el rumor de que Michelle Bachelet es parte de una logia femenina, que nunca está del todo claro, pero los presidentes más importantes de todo Chile pasaron por la masonería y el fundador de la masonería en Chile es Blanco Encalada, el primer presidente de Chile, que toma lo que queda de la Logia Lautarina y forma la Gran Logia de Chile. Está súper entrelazado y, claro, es una logia secreta, sacar esa palabra no corre, pero sí creo que están más abiertos, aparentemente no tienen la influencia que tienen hace cuarenta años, pero ahí están, son una parte fundamental del proceso independentista republicano.
- ¿Qué lados B consideras que valen la pena rescatar, tanto de Chile como de América Latina?
- La relación de Simón Bolivar con Francisco de Miranda, por qué lo traicionó si era su maestro, ver si es cierto y ver con qué está relacionada la rivalidad entre ambos. Al final, Bolivar escogió doctrinas iniciáticas distintas a las que había conocido con de Miranda, es la gran versión, como que fue un choque de logias y de egos también. Ahí hay un gran misterio. También está la figura de Lord Cochrane, me parece que es un personaje súper interesante, de hecho, se ha escrito más afuera de sus hazañas y el resto del mundo, de lo que se ha hecho en Chile y Argentina.
Todos los claroscuros de la Guerra del Pacífico me parecen que también son un gran pendiente, hay un vacío de lo que ocurre en Chile después de la Guerra del Pacífico, por ejemplo la teoría de que la guerra no fue entre Chile contra Perú y Bolivia, sino que fue Perú y Bolivia contra Chile e Inglaterra, con una mano secreta, lo que es bien probable; la postura de América Latina durante la Primera y Segunda Guerra Mundial; sabemos súper poco de la época de la Conquista y el descubrimiento.
Lógicamente, más "Logia"
- ¿Hay posibilidades de publicar una segunda parte?
- No sé si de una segunda parte, pero sí la idea es cerrar una trilogía, hay una novela anterior que se llama "El verbo Kaifman" que va a ser reeditada en enero, de la misma colección, pero con un color distinto y con la misma tipografía. Me junté con Planeta para ver si se podía cerrar una especie de saga con el mismo personaje y sí hay posibilidades, pero no sé si una continuación directa. Quedó harto dato fuera y quedaron datos de otros temas que me gustaría meter, que no tengan que ver con la Logia Lautarina, pero relacioandos con otros misterios de la historia de Chile. Se trata de una investigación paralela y que salió y se me mezcló con la investigación que estaba haciendo para "Logia" y el trabajo de investigación para "Mocha Dick" y que tiene que ver con el personaje norteamericano que reportea la historia de la ballena blanca en Chile y que está vinculado a precisamente con esto. No voy a contar cuál es la vinculación, pero tiene que ver con sociedades secretas y la búsqueda de algo en el sur de Chile, ambientada en 1850.
- Un personaje que te llama mucho la atención es Javiera Carrera, ¿no pensaste hacer después algo con ella?
- No, porque Javiera Carrera queda cerrada en esta novela, no quedaron datos fuera. A mi lo que me gustaría hacer con ella es convertirla en un personaje de serie de televisión. Creo que los Carrera son nuestros Lannister, se podría hacer una serie "Game of Thrones", cerrada en la familia Carrera y ambientada en Javiera que es como una especie de Cersei Lannister. Con ella me gustaría hacer otra cosa que no tuviera que ver con el universo de "Logia".
- ¿Crees que puede haber un interés distinto en la gente que está novela impactó de esta forma?
- Lo que se da en esto es que es la historia de Chile y cuando terminé y se publicó "El número Kaifman", ahora le cambié el nombre porque va a ser una versión extendida ("El verbo Kaifman") para enero, ese es un misterio súper universal, los nazis están en todas partes, pero lo que creo que ha pasado con "Logia" es que la gente se ha acercado por lo curioso que es que una novela agarre un personaje en sí tan fome, como Bernardo O'Higgins, y lo use para contar un misterio chileno.
- Entonces, ¿consideras que los lectores de América Latina están más abiertos y con ganas de buscar el lado B de su historia?
- Sí, por varias razones, creo que nos hemos demorado en que ocurra eso porque el continente también es joven, o sea, tenemos 200 años de historia independiente y no es nada. Los europeos juegan con su historia, pero los europeos tienen cuántos años más que nosotros. También se ha dado durante mucho tiempo que la historia de nuestros países ha sido súper sagrada, como que no nadie la tocaba y de a poco nos hemos ido chasconeando. Además, tiene que ver con la influencia de los medios de comunicación, de internet, todo es instantáneo, el éxito de libros como el "Código Da Vinci", el hecho de que los canales de televisión abierta empezaron de a poco a contar historias.
El canal de cable History Chanel ha sido súper importante en este sentido, ya que de a poco empezó a meter programación latina y toda tenía que ver con los misterios de nuestra historia. La gente empieza a darse cuenta de que no vivimos en un continente tan fome como pensábamos.
- ¿Crees que más autores que se motiven a incursionar en este estilo?. Son pocos los que hay actualmente.
- Ojalá se sumen más. Acá estoy con Jorge Baradit y el Anónimo. Se me había ocurrido armar una colección y llamar a otros autores y de verdad no hay muchos. En Argentina hay algunos autores que también escribieron sobre nazis. Conocí a uno que escribió una novela muy parecida a "Logia", que se llama "La Logia de San Martín", pero es una novela histórica, más de caballería, pero creo que de a poco vamos a empezar a armar algo.
- Claramente, este género puede volverse fructífero...
- Alguna vez fue súper fructífero, no sólo en Chile sino también en el resto de América Latina. Algo pasó que nos volvimos más realistas. Creo que fuera de Chile la influencia del realismo mágico hizo que todo lo que fuera literatura fantástica, conspirativa, incluso ciencia ficción para latinoamérica se convirtiera en sinónimo y se mató un poco lo que se venía haciendo desde antes en ese estilo. En Chile se escribieron muchas novelas freak antes de '60, la primera novela chilena, escrita por un chileno, es "Martín Rivas", la segunda novela chilena, publicada en 1890, fue una novela que se llama "El secreto de los túneles jesuitas de Santiago", que es thriller policial e histórico acerca de un sacerdote que busca un secreto que los jesuitas habrían dejado en unos túneles debajo de Santiago, después de la expulsión. Este libro está en internet y en el archivo nacional, pero no es conocido.
En 1910 hay un libro sobre la Logia Lautarina en Chile, de Anónimo, que se llama "La Logia Lautarina en la Independencia". Hay otras novelas sobre tipos que encuentran la Ciudad de los Césares, está la de Manuel Rojas, pero hay una novela de Luis Thayer Ojeda, que es un autor serio, que se llama "En los días de la Ciudad de los Césares", que tiene que ver con unos alemanes que vienen a buscar la Ciudad de los Césares y se pierden y hay monstruos. Entonces hubo una tradición de novela conspiranoica y se perdió, como también hubo novela de ciencia ficción y una muy buena novela de terror y de género en Chile, todo eso se corta el '73, por razones obvias, y la literatura chilena vuelve recién el '92 con la nueva narrativa chilena, pero la literatura chilena que volvió es súper realista y marcada por el tiempo de dictadura y eso es algo que no vamos a poder sacar de encima en un buen tiempo más y en ese sentido, el primer gran quiebre es Bolaño que es distinto, pero en el fondo era un escritor español, y Baradit que también publica algo distinto.
- ¿Existe la posibilidad de llevar a "Logia" a la pantalla?
- Hay llamadas, de dos canales de televisión, para serie y hay una llamada de un productor de History Channel que le hicieron llegar el libro, pero sólo eso por ahora. Sé que hay varias productoras en Chile que están leyendo el libro, pero nada concreto todavía, si el libro no lleva ni un mes, entonces, hay que esperar un rato. Acá se adapta poco, los autores de series y de películas son originales, muy poco son libros adaptados.
Más allá de "Logia"
- A pesar de este exitoso momento ¿estás con otros proyectos?
- En novela gráfica estamos trabajando con Gonzalo Martínez en una idea nueva, está la segunda parte de "1899" con Nelson Daniel, pero está retrasado por culpa de Hulk y Ironman, ya que está trabajando para Marvel. Está la posibilidad de una novela que cierre esta tres novelas, que es algo bien concreto, ya hay material bien avanzado, no se ha escrito nada. La editorial lo quiere ya, pero estoy pensando en 2016. Tengo una novela para niños que va a salir en marzo del otro año y que tiene que ver con un niño que como abogado defiende monstruos, los vampiros, dragones y hombres lobos. Tiene nombre pero no lo voy a decir todavía.
Estoy haciendo una película de terror sobre el niño llorón, el cuadro del niño que llora. Esto es más terror tipo Stephen King. Pasamos el Corfo, y estoy trabajando con Sebastián Freund, productor de las películas del Kramer. La producción de la película debería ser el próximo año, el guión todavía no está listo. Ha interesado harto, en el festival de cine de Viña del Mar productores gringos, mexicanos y españoles, que conocían la historia, me dijeron por qué nadie lo ha hecho. Hay harto interés.
- ¿En qué te vas a centrar?
- Es una familia que llega de otro país al sur de Chile, a un hotel donde esta el cuadro del niño llorón y el niño tiene 13 años y tiene una conexión especial con la píntura y de la nada queda vegetal. Mientras el papá es escéptico, la mamá decide investigar qué hay detrás. Está la historia del niño llorón, la maldición, de por qué llora el niño, que es el rostro del diablo, por qué se raptó el alma de ese niño: niños bautizados versus niños no bautizados, etc..
- ¿Alguna ves viviste un hecho paranormal?
- Una vez vi un exorcismo en el sur y fue heavy, muy raro. Fue casual, vino un predicador extranjero de Puerto Rico, se parecía a José Luis Rodríguez, tenía una banda de rock y cantaba, y estaba haciendo una ceremonia de sanación espiritual y una de ellas se convirtió en algo muy raro. Yo estaba en primero de universidad en Temuco, en la UFRO (Universidad de La Frontera) y nos tocó hacer un reportaje y como yo conocía bien el mundo evangélico dije hagamos una investigación del mundo evangélico en Temuco, que es muy poderosa, debe ser la ciudad donde hay mas evangélicos en Chile.
Fuimos con unos compañeros para que ellos vieran cómo funcionaba la cosa, porque yo ya lo había visto por mi familia, creía que la sanación era un chiste, ya me había alejado de la iglesia. De repente se acercó una chica, tendría unos 22 años, y el predicador le hace la sanación y no responde, de pronto se va de espalda y empieza a gritar y a patalear y le empieza a salir una cuestión verde de la boca, le pregunta su nombre y dice un idioma raro, como latín, yo juro que escuché, Belcebú. Lo más raro es cuando se sujeta la nuca y levanta el cuerpo como tabla en diagonal y se queda fija, como que empujó a unos gallos que la sujetaban, dijeron que nos teníamos que arrodillar porque iban a salir demonios de la mujer y había que estar orando, mis compañeras llorando, fue como una mini serie de terror.
- ¿Eres miedoso?
- Tengo una cosa como curiosa, creo que es divertido creer en extraterrestres y esas cosas. Me gusta el miedo, toda la gente miedosa le gusta el miedo, y sí soy miedoso.
* Fotografías de Miguel Candia