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Escritor sudafricano J.M. Coetzee destaca el vigor de la literatura argentina

Por Télam/ LifeStyle | 4 Abril, 2016 - 15:43
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De visita en Buenos Aires, el Premio Nobel 2003 encabeza la cátedra sobre Literaturas del Sur que lleva su nombre en la Universidad Nacional de San Martín. Participa también en la Feria del Libro.

 
La literatura argentina es “sustancial” y el rol de sus escritores en la vida cultural del país es “muy vigoroso”, asevera el escritor sudafricano J.M.  Coetzee, Premio Nobel 2003, oportunidad en la que se destacó su “brillantez a la hora de analizar la sociedad sudafricana”.
 
El literato abre la cátedra sobre Literaturas del Sur que lleva su nombre en la Universidad Nacional de San Martín y participa de la 42 Feria del Libro de Buenos Aires.
 
El 11 de abril Coetzee inaugura la cátedra que también tiene como invitados a Delia Falconer e Ivor Indyk, autora y editor australianos, que se centra en las letras de América Latina, de África Subsahariana y de Australia y Nueva Zelanda.
 
 
“Si algo tienen en común esos territorios -describe el escritor- es una historia colonial de dependencia diversa con la metrópoli, es decir, con centros culturales de Europa y América del Norte".
 
Esas dependencias "presentan su nivel más alto en Australia y el más bajo en Latinoamérica" y si tuvieran similitudes intrínsecas "no es significativo" para Coetzee, sudafricano radicado en la ciudad australiana de Adelaida.
 
"Las literaturas son demasiado grandes y variadas como para generalizarlas", sentencia el autor de "Disgrace", emblemática novela publicada en 1999 y traducida como "Desgracia" por proximidad lingüística aunque signifique 'deshonra', donde realiza una descripción precisa de la degradada Sudáfrica post Apartheid.
 
Autoexpatriado, el novelista intenta reconstruir un origen vaciado, una identidad que se conforma de lo que no es: ni negro ni afrikaner ni inglés, ni judío ni protestante. No se identifica con el deseo, se pregunta qué "ser" es el correcto-, afirma que "si las literaturas nacionales tienen futuro sólo el tiempo podrá decirlo".
 
 
"El concepto de una literatura nacional fue significativo en los siglos XIX y XX -remarca Coetzee-. Jugó un papel decisivo en la construcción de identidades a través del sistema escolar cuando a una edad impresionable los niños leían textos que exaltaban esos caracteres".
 
La prosa de Coetze contiene una poética del dolor y conjura el olvido de maneras diversas: ficcionalizando su memoria, reconstruyéndose en sus ficciones, testificando a su país con una parca lectura de lo real o como lo hace en "Aquí­ y ahora", libro que reúne cartas que intercambió con Paul Auster entre 2008 y 2011.
 
Lo mismo con la trilogía "Infancia", "Juventud" y "Verano", que ficcionaliza su vida y debate el carácter de identidad y memoria.
 
"Los regímenes represivos, las maquinarias de censura y los métodos más informales de la intimidación, sin duda pueden hacer la vida muy difícil para los escritores disidentes", reconoce quien publicó una vez cumplidos los treinta años, lenta maduración vinculada a la angustia de una Sudáfrica donde decir la verdad era imposible y componer ficciones desconectadas del entorno, insustancial.
 
Su relación con lo que se escribe en la Argentina en este momento "es fragmentaria -asegura- debido a que el negocio de la traducción es lento y porque América Latina ya no es tan popular entre los editores de América del Norte como lo fue durante el Boom y el auge del realismo mágico".
 
Pero dice que puede afirmar que "la literatura argentina en su conjunto es muy sustancial, muy fuerte. Y ha sido fuerte durante mucho tiempo", que "el rol de los escritores en la vida cultural del paí­s sigue siendo muy vigoroso", que "César Aira y Ricardo Piglia son importantes presencias" y que "a pesar de las dificultades prácticas su industria editorial parece estar floreciendo".
 
 
Entre las actividades gratuitas de Coetzee figuran la presentación del libro de Delia Falconer, "El servicio de las nubes", el 15 de abril a las 19 en la porteña Fundación Pasaje 865, ubicada en Humberto Primo 865, prologado por Ivor Indyk y publicado por Unsam Edita.
 
En tanto que el 22 de abril a las 18.30, en la sala Roberto Arlt de la Feria del Libro, participará en la mesa "De la escritura a la edición: un ejercicio comparativo entre Australia y Argentina", junto a los australianos Falconer e Indyk y los argentinos Luis Chitarroni y Selva Almada.