En la cultura angloparlante, históricamente, la ruta del dinero era la del hombre blanco heterosexual. Empero, a principios de este año, la industria del entretenimiento comenzó a vociferar las mismas reivindicaciones que ya se clamaban en la sociedad civil: equidad y diversidad.

Los pasos, hasta entonces, eran temerosos. Algunos actores, algunos músicos, algunos guionistas. Aunque seguros de sus convicciones, la supervivencia de su arte no dependía de la pasión ni belleza que le imprimieran. La decisión final siempre caía en manos de un público indescifrable y de productoras reticentes al cambio.

En febrero, la conversación comenzó a cambiar y lo que antes eran argumentos vagos se convirtieron en declamaciones exigentes. Así, cuando la actriz Patricia Arquette subió al escenario de los premios Oscar, el discurso no fue de agradecimiento, sino de denuncia contra la brecha de género en los salarios hollywoodenses.

Un ensayo de la actriz Jennifer Lawrence sobre el mismo tema ahondó sobre la idea y dio una perspectiva de una mujer joven y popular. Al mismo tiempo, la lista de series televisivas y películas que apostaban cada vez más a mujeres protagonistas fue creciendo y la palabra "feminismo", en boca de varias celebridades, dejó de ser un improperio.

Aunque la comunidad trans ya había alcanzado cierto grado de representatividad con la serie televisiva "Transparent", fueron los premios Emmy los que, con su sello de calidad, consagraron al programa y atrajeron más atención.

La película "La chica danesa", con su positiva recepción de la crítica, está recorriendo la misma línea, en tanto que la transición pública de Caitlin Jenner, antes ex atleta olímpico, brindó un referente fuera de la ficción.

La sexualidad también fue terreno de cambios, quizá anunciados por el impudor de la cantante estadounidense Miley Cyrus que se declaró bisexual. Así, mientras Carol recibió elogios por su retrato de una relación lésbica, la atracción sexual se desinhibió con Magic Mike XXL y Jessica Jones.

En contraste con el cine, la televisión demostró una mayor apertura al consagrar a la actriz Viola Davis como una de sus grandes figuras durante los Emmy. Con un discurso reivindicativo, Davis encarnó la unión entre las problemáticas raciales y de género.

La rapera Nicki Minaj también se destacó en esa conjunción, al cuestionar la falta de diversidad en las nominaciones de los premios MTV y al protagonizar un enfrentamiento con Cyrus.

El éxito de "Letras explícitas: Straight outta Compton", la presencia de un actor negro en "Star Wars: El despertar de la fuerza" y la posibilidad de un James Bond negro ampliaron el terreno racial. La minoría asiática también se hizo lugar en proyectos como Master of none.

La garantía de nuevos discos, temporadas y películas anuncian un 2016 de más cambios, pero aún con desafíos de diversidad.