Cada vez más estudios apoyan la premisa de que de las mascotas son buenas para la salud. Por eso, si hijos o parientes menores piden la presencia en sus vidas de algún perro, gato, hámster, conejo u otras especies que se puedan tener en un hogar, hay que darles una oportunidad.

 

 

1 - ¿Se sienten todos cómodos con la idea? Si nunca se ha convivido con alguna, hay que estar muy seguros de que la opción por adoptar a una implique alegría la dinámica del hogar y no más tensiones.

 

2. - ¿Podría convertirse en una carga económica? De acuerdo a la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (American Society for the Prevention of Cruelty to Animals, Aspca), la llegada de un gato o un perro a la casa puede representar una inversión financiera importante, especialmente durante el primer año, que se deben considerar puntos como la compra del animal, vacunas, visitas al veterinario, comida, medicinas y juguetes, por citar sólo algunos.

 

3. - ¿Es posible cuidar bien a la mascota todo el tiempo? Además de compañía y beneficios a la salud, una mascota también requiere de ciertos cuidados. Por ejemplo, si sales  de viaje ¿quién la cuidara?.

 

Por ello la recomendación más profunda es comparar ventajas y desventajas. En cuanto a los beneficios que implica tomar la opción, se debe decir que recientemente se han conocido estudios que se refieren a seis puntos importantes.

 

 

 

 

Según un estudio del Medical College de Virginia, a los pacientes hospitalizados con problemas de salud mental, la terapia con animales les ayudó a reducir sus niveles de ansiedad más que otras terapias convencionales.

 

“Las mascotas ofrecen un amor incondicional que puede ser muy útil para las personas con depresión”, indica el doctor Ian Cook, psiquiatra y director del Programa Clínico y de Investigación de Depresión en Ucla.

 

 

En una investigación publicada por la experta Erika Friedmann en el American Journal of Cardiology, se les dio seguimiento a más de 400 personas después de que sufrieran un ataque al corazón.

 

Un año más tarde, los dueños de mascotas tenían 8.6 veces más probabilidades de sobrevivir que aquéllos que no tenían mascotas. De manera que los perros y los otros animalitos, pueden ayudar a mejorar la longevidad y la sobrevivencia de sus dueños.

 

 

“Tener una mascota es la inmunoterapia de la naturaleza”, asegura la Fundación Livestrong.  “Los niños de los hogares con animales tienen una asistencia general de tres semanas más por año que los que no tienen”, indica la entidad.

 

Además, otros estudios señalan que los niños que están cerca de una mascota son menos propensos a tener eczema (eccema) e incluso llegan a tener un sistema inmunológico más fuerte en general.

 

 

La terapia con animales puede reducir significativamente el dolor, la ansiedad, la depresión y la fatiga en pacientes con varios problemas de salud, como por ejemplo:

 

- Niños con tratamientos dentales

 

- Pacientes recuperándose de cáncer

 

- Niños con autismo

 

- Personas internadas a largo plazo en instituciones médicas

 

- Veteranos con trastorno de estrés postraumático

 

 

Estudios dan cuenta de que los pacientes con Alzheimer tienen menos brotes de ansiedad si hay un animal en casa y que quienes los cuidan también se sienten menos agobiados. Además, la presencia de animalitos ayuda a las personas mayores a hacer ejercicio y les da el beneficio de sentirse acompañados,  lo que les hace sentir mejor en general.

 

 

¿Sabías que los perros son responsables de 67% de las caminatas que sus propietarios toman cada semana?  Tener un perro en la casa te impulsa a salir a caminar,  incluso a jugar con él.

 

Según Sandra McCune, autora del libro  “Health benefits of dog walking for people and pet”,  las personas que sacan a sus perros a caminar suelen cumplir con su requisito diario de ejercicio, incluso si ellos no hacen ningún ejercicio de importancia.