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Guía turístico entrega tips a viajeros: “Hay que tener energía positiva”

Por Patricio Gutiérrez Villagrán/ La Nación.cl | 8 Junio, 2017 - 11:19
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Eduardo Cortés lleva 23 años haciendo viajes al lago Chungará, ubicado en el extremo norte de Chile, cercano a la frontera con Bolivia.

Cuando queda alrededor de un mes para las vacaciones de invierno de los estudiantes chilenos, Arica asoma como uno de los destinos turísticos más apetecidos por el cálido clima de la denominada “ciudad de la eterna primavera”.
 
El Morro, su historia y paisajes encantan a los viajeros y Eduardo Cortés Briones, guía turístico que realiza viajes al lago Chungará, cuenta sus experiencias a La Nación y entrega distintos tips para pasar unas buenas vacaciones en la ciudad norteña.
 
“Llevo 23 años como guía turístico. Esto nació como una inquietud más bien personal. La primera vez fui como turista al lago y me encantó, quedé encantado”, dice.
 
El hombre de 64 años asegura que “lo más importante en los turistas es la energía positiva. Por ejemplo en los viajes al Lago Chungará siempre les digo que hay que ser positivo, todo pasa por una buena actitud”.
 
 
Y con esa misma energía, Eduardo asegura que trabajar como guía turístico “no es una experiencia monótona, porque los turistas hacen que todos los días sea diferente. Además uno trabaja al aire libre, no está expuesto a las presiones de la urbanidad”.
 
¿Cómo es tratar con personas de todo el mundo?
– Uno igual aprende algunas frases en inglés o francés, pero yo siempre he entendido que si una persona viene a Chile tiene que saber algo de español para entenderse con nosotros. Es enriquecedor estar con turistas de todos lados porque uno va teniendo otros parámetros.
 
Como en todo trabajo, Eduardo también conoce de anécdotas y recuerda una en especial: “Una vez venía un matrimonio y se bajó del furgón solamente la señora, porque al esposo le dio sueño. Después cuando nos fuimos yo pregunté si estaban todos, y me dijeron que sí. Cuando íbamos a casi 200 metros del lago, el señor se despierta y nos dice ‘pare, pare, falta mi señora’. Tuvimos que ir a buscarla, no podíamos dejarla tirada”, cuenta entre risas.
 
Pese a las dificultades del comienzo, el guía afirma que “uno con la experiencia va aprendiendo cómo llevar a los pasajeros. Al principio no tenía idea cómo dar las indicaciones, pero eso te lo da la misma experiencia de encontrarte con problemitas y que se van solucionando”.