La multinacional de origen sueco Ikea llevó a una delegación de profesionales a una estación de la NASA para experimentar la vida en un entorno poco hospitalario en el espacio, de cara al futuro que se avecina en las ciudades.

 

El proyecto de la compañía surgió tras adherirse a un programa  del Colegio Universitario de Diseño Industrial de la ciudad sueca de Lund, el cual permite a los alumnos trabajar en las necesidades que surgirían de una misión espacial que durará tres años.

 

Es así que el nuevo presidente de Ikea, Jesper Brodin, pretende conocer cómo los científicos e ingenieros viven en los viajes espaciales y, a partir de ello, aplicar estos descubrimientos a productos y métodos para la vida diaria en el hogar.

 

Para eso envió a sus diseñadores a la estación de investigación de la NASA en Utah, Estados Unidos, para que ellos mismos sientan cómo se vive entorno extremadamente poco hospitalario y apliquen la experiencia en sus trabajos, de cara al futuro cercano.  

 

Ante la falta de espacio de las viviendas y el creciente tamaño de las ciudades, que hacia 2050 aglutinarían al 70% de la población del planeta -según Ikea- el proyecto dará origen a una colección que se adapte perfectamente a condiciones de vida de la sociedad actual.

 

Eso sí, habrá que esperar hasta 2019 para comprobar si valió la pena que los diseñadores se fueran a vivir al Marte simulado.