Artículos

Imágenes retro, la emoción de volver al papel

Por El Observador / Cromo / Lifestyle | 9 Febrero, 2016 - 10:14
  • polaroid_poitiers.jpg

Fabricantes de película, cámaras y laboratorios de revelado quieren revivir la pasión por lo tangible.

Nuestros hijos son la primera generación que no está creciendo con una caja de sus fotos acumulándose en una caja de zapatos en su ropero. Para los sentimentalistas y acumuladores de "recuerdos", esa frase puede resultar devastadora. Porque obviamos, a propósito, que esos mismos niños tienen documentada su vida –desde antes de nacer– no con algunas, sino con cientos y hasta miles de fotos tomadas con toda suerte de dispositivos digitales y publicadas en álbumes de Facebook. Pero nunca, nunca, es lo mismo que tenerlas en papel.

Una de las cámaras que contribuye a revivir la emoción de tomar y revelar una foto instantánea es la famosa Polaroid. El artefacto pertenece a la popular serie One Step, producida en la década de 1980; el cartucho de película tiene una batería integrada, un pomposo lente macro y un contómetro que indica la cantidad de disparos disponibles.

La impresión fotográfica mide 79 milímetros cuadrados, posee un marco blanco y tarda unos tres minutos para revelarse por completo a una temperatura de 21 grados centígrados, según sus especificaciones técnicas.



En efecto, el uso de este artefacto, hoy elemento de culto, es un gusto excéntrico y caro. Desde que cerró todas sus fábricas, solamente produce la Polaroid PIF 300 Instant Film para las ultramodernas cámaras PIC-300, cuyo paquete de 10 instantáneas cuesta US$24,97 en Amazon.

Si hemos ignorado qué pasó con esta empresa, que en su momento llegó a ser más importante que Apple, tampoco sabremos que un grupo de idealistas e inversionistas se unió para salvar a Polaroid y creó una nueva fórmula para replicar el revelado "instantáneo": ese es el Impossible Project.

Revivir el revelado instantáneo es imposible, porque muchos de los químicos ya no existen; dejaron de ser elaborados y fueron hasta prohibidos. Ahora, la "instantánea" se revela en más tiempo.

El estilo vintage ha capturado el interés de los adolescentes que comenzaron a comprar estas máquinas, pese a no ser la generación que las vio volverse populares solo con un objetivo: un recuerdo físico más allá del momento digital publicado en redes sociales.

Universo de opciones

Las copias en todos los tamaños, a las que sumamos opciones de papel (mate o brillante) y marcos. Desde hace años hay infinidad de productos personalizados, desde los tradicionales tazas, remeras, gorras y llaveros, hasta almohadones, frazadas, fotos impresas en formato artístico, carcasas para smartphones y tabletas, entre muchos más. Algunos de los negocios han creado plataformas para proveer el servicio en línea, aunque todavía faltan opciones móviles y modernas.

8

Un ejemplo es Migo, un laboratorio tradicional (de química y papel fotosensible en minilab) que promueve “la vuelta al papel” y que invita a plasmar los recuerdos en entretenidos formatos fotográficos vintage.

Dentro de los formatos que ofrece este laboratorio de tres años de existencia, con presencia en Chile, destacan los “Woodies”, fotos montadas en maderas de 10x10; los ochenteros bastidores o enmarcados “tipo poster”; imanes,  Fotos en Paspartú con Marco y álbumes.

Además, responden a todas las necesidades fotográficas, desde revelar un rollo, hasta imprimir las fotos de Instagram; e incluso se pueden realizar pedidos desde regiones del país.  También tiene productos que reactivarán la motivación por “volver al papel”, tales como rollos fotográficos, bolsos y correas, y por supuesto un seductor portafolio de cámaras “Lomo”, reina de las fotos análogas y las muy de moda cámaras instantáneas (Polaroid, Fuji y Lomography).



Para aquel que no le gusta la calidad de los centros de revelado "instantáneo" de los supermercados, pueden optar por descargar la app de Shutterfly, un servicio de impresión digital con una calidad bastante aceptable. Shutterfly permite ordenar las fotos desde el teléfono, con algunas opciones de edición y retoques, y calidad aceptable; conviene comprar por volumen.

Aunque los precios son bajos –por ejemplo, las copias de 6x6 centímetros valen US$0,25–, el costo del envío es casi el doble por cada ítem y las promociones solo aplican a compras superiores a los US$30. A esto hay que sumarle el precio del envío a los diferentes países, como Uruguay, vía correo o courier.

Shutterfly permite crear álbumes de fotos, con opciones personalizadas o predeterminadas. En ambos casos se puede incluir hasta 1.000 fotos, incluso 30 por página, en siete tamaños, con precios que comienzan en US$12.

Competidores como Blurb ofrecen tres tipos de álbum: pasta dura con imagen envolvente o forrado (ambos desde US$30) y pasta suave (a partir de US$15). Hay múltiples opciones para elegir papel, acabados y envío.

88

Pero cuando de calidad se trata, todavía existe el proceso arcaico de llevar una memoria USB o un CD a un laboratorio de revelado e impresión. Así, los costos se elevan, al punto que una copia individual de 10x15 cuesta en algunos negocios $20, pero baja si se imprime por cantidad.

Estos locales también ofrecen álbumes, gorros, imanes, llaveros, mousepads, rompecabezas, remeras y tazas mágicas. Una de ellas Emotions.cl, la qiue tiene un amplio portafolio de productos y tipos de impresión.

Esta vuelta "retro" es un nicho incipiente para negocios visionarios que, armados de todos los avances tecnológicos y herramientas, quieren revivir el gusto por lo tangible.

Con tantas opciones, lo cierto es que tomar fotografías análogas es un gusto caro y puede ser complejo darse el lujo de acumularlas en cajas; ya sea una instantánea o una impresión digital, pues se está invirtiendo dinero por un momento pasajero que quedó plasmado en un cuadrito de papel.

¿Qué le pasó a Polaroid?

La historia de Polaroid se remonta a los años de 1920, cuando Edward H. Land empezó a desarrollar productos y patentes en el campo de la polarización. Es famosa la anécdota de 1943 cuando, en una vacación familiar, su hija le preguntó por qué no se podía ver una foto de forma instantánea, lo que llevó a Land a concebir y desarrollar un proceso químico hasta lograrlo, cuatro años después.

En 1948 fue vendida la primera cámara, una 95 Land que se convirtió en el prototipo de las cámaras Polaroid que serían producidas en los siguientes 15 años.

En 2008, la empresa decidió culminar la producción, cerrar las fábricas y apostar a la revolución digital (ahora produce smartphones, televisores de pantalla plana, cámaras de video y tabletas, entre otros).

Impossible Project, una empresa creada por seguidores de Polaroid, artistas e inversionistas, logró un arreglo legal con Polaroid para distribuir los últimos lotes de película y durante casi un año trabajó en el desarrollo de una nueva fórmula que replicara el proceso de revelado instantáneo.