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Jake Gyllenhaal: "Mis padres me enseñaron que la vida es más importante que el trabajo"

Por Magdalena Tsanis | 21 Abril, 2014 - 16:16
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Tras tentar el cine más comercial en "Prince of Persia" y meterse en la cama con Anne Hathaway en "Amor y otras drogas", Jake Gyllenhaal vuelve a los papeles enigmáticos y arriesgados que mejor se le dan en "Enemy", la versión más kafkiana de la novela de Saramago "El hombre duplicado", dirigida por Denis Villeneuve.

A su paso por Madrid para promocionar "Enemy", Gyllenhaal habló con Efe de su idea del éxito, de cómo elige los papeles y de los consejos más importantes que ha recibido de sus padres, director él (Stephen Gyllenhaal) y productora y guionista ella (Naomi Foner). "En el negocio del cine es muy fácil que tu trabajo se convierta en tu vida, en particular como actor, porque la gente te reconoce y eso puede llegar a confundirte, pero ellos siempre insistieron en que tu vida y las cosas que te rodean son más importantes que el trabajo", señala. Gyllenhaal está acostumbrado a la celebridad. Su madrina es Jamie Lee Curtis y su padrino Paul Newman. Su madre fue la guionista de "Running on empty", que Sidney Lumet rodó cuando él tenía sólo ocho años.

BARBA Y PELO LARGO, "LOOK" PARA SU NUEVA PELÍCULA

Hoy tiene 33 años y prácticamente otros tantos títulos a sus espaldas. Debutó a los once años en "Cowboys de ciudad", pero fue "Donnie Darko" (2001), con su papel de adolescente con visiones apocalípticas, la que le abrió camino como actor de culto, y "Brokeback Mountain" (2005) y su interpretación de un vaquero gay la que le consolidó en Hollywood. "Siempre he intentado tomarme mi trabajo con responsabilidad, algo que también he aprendido de mis padres. Ellos adoraban el cine y las historias, y siempre creyeron que las películas pueden cambiar algo el mundo.

Nunca fue cuestión de dinero o de cierto tipo de éxito. El éxito era contar una buena historia y contar una buena historia es casi imposible, eso es lo que me enseñaron". Y quizá no cambiar el mundo, "es demasiado pretencioso", pero Gyllenhaal defiende, con su mirada azul, algo lánguida y amable, que muchas de las películas en las que ha trabajado han tenido algún impacto en la gente. "Muchos chavales vienen a decirme cosas sobre 'Donnie Darko' o 'Brockeback Mountain', o de otras películas en las que he estado. No siempre son comentarios positivos, pero eso también me gusta", afirma. En el momento de la entrevista, en el jardín de un céntrico hotel de la capital de España, el protagonista de "Jarhead" luce una barba poblada y descuidada, y lleva el pelo largo, recogido en un moño informal. No es una elección personal, sino consecuencia de la película que está acabando de rodar, "Everest", basada en una de las peores tragedias de la historia del montañismo.

En los últimos meses, el hermano de la también actriz Maggie Gyllenhaal ha estrenado "Prisoners", junto a Hugh Jackman, y ahora "Enemy", las dos dirigidas por Denis Villeneuve, y en ambos casos papeles que le devuelven a los personajes misteriosos y oscuros que tan buenos réditos le han dado. "Intento tender a lugares donde pueda explorar psicológicamente, puede ser humorístico o puede ser oscuro. Pero normalmente son las películas más complicadas las que te permiten hacer las dos cosas". En "Enemy", el actor asume un doble rol. Por un lado es Adam, un profesor universitario que vive sumido en sus rutinas, y por otro Anthony, un actor secundario que es idéntico físicamente al primero, pero más atrevido y seguro de sí mismo.

"HE CREÍDO EN TODOS Y CADA UNA DE LOS FILMES QUE HE RODADO"

Cuando uno y otro se descubren mutuamente comienza una peligrosa aventura en la que implicarán a sus mujeres y, al mismo tiempo, una exploración de los impulsos más ocultos de la mente, en la que el espectador deberá decidir qué es realidad y qué fantasía.

Gyllenhaal cuenta que el rodaje coincidió con un momento en el que personalmente se estaba planteando muchas preguntas sobre su propia identidad, y que de alguna manera "Enemy" le ayudó a responder. "Eran preguntas sobre qué tipo de artista quiero ser, qué me conmueve, a qué quiero entregarme y con quien puedo hacerlo. Cuando Denis llegó a mi vida pensé que era un hombre tan duro como sensible, y que podía hacerlo". Y no es que reniegue de sus concesiones al cine más comercial, como pudo ser "Prince of Persia", en la que interpretó al protagonista de un videojuego con el mismo nombre.

"Hago películas para que las vea la gente, no para que no las vea nadie", defiende. "He creído en todos y cada uno de los filmes que he rodado en el momento en que los hacía. Pero las películas no son mías, no tengo control sobre ellas", añade.

El actor está pendiente de estrenar también "Nailed", la nueva comedia del director favorito de Hollywood del momento, David O. Russell, y "Nightcrawler", un thriller con René Russo en el que interpreta a un periodista de sucesos de la ciudad de Los Ángeles. Con tantos títulos, parece difícil pensar que Gyllenhaal esté poniendo en práctica el consejo que le dieron sus padres.

"Es curioso, con las películas parece que estás trabajando todo el tiempo, pero no es así. El año pasado estuve haciendo teatro en Nueva York durante 4 o 5 meses y, aunque era trabajo, también pude estar con mi familia, que vive en Nueva York y con mis amigos". "Ahora, en cuanto terminemos 'Everest', empezaré a prepararme par un filme de boxeo que es mi próximo proyecto ("Southpaw"), y tendré tres meses para ello. El privilegio de lo que hago es que son 3 o 4 meses muy intensos de trabajo y luego descanso, así que sí, tengo mucho tiempo para mi vida".