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Joven adoptada en busca de sus padres biológicos es reclamada por 50 familias

Por Pueblo en Línea | 11 Abril, 2017 - 14:30
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Jenna Cook fue abandonada siendo una bebé cerca de una parada de autobús en Wuhan, capital de la provincia china de Hubei.

Antes de intentarlo, la joven china que ahora estudia en la Universidad de Yale, no tenía idea de que su búsqueda movilizaría a tantas personas de Wuhan: 50 familias acudieron con la esperanza de que ella pudiera ser su hija abandonada.
 
La historia de Jenna Cook comenzó el 24 de marzo de 1992, cuando fue abandonada siendo una bebé cerca de una parada de autobús en Wuhan, capital de la provincia de Hubei.
 
En junio de ese mismo año, Jenna fue adoptada por Margaret Cook, una maestra de primaria que vive en Massachusetts, Estados Unidos.
 
Jenna fue uno de los primeros 200 bebés chinos que fueron dados en adopción a familias estadounidenses. Se estima que alrededor de 80.000 niños nacidos en China, en su mayoría del sexo femenino, han encontrado hogar en Estados Unidos.
 
Jenna siempre supo que había sido adoptada. Viviendo con muy pocos rostros chinos alrededor, la madre adoptiva de Jenna trató su mejor para cuidar de la muchacha y de su hermana más joven, que era también china y adoptada. Socializando con otras familias con antecedentes de adopción similares, pudo aprender el idioma chino y la cultura de su país de nacimiento.
 
A pesar del esfuerzo de Margaret para ayudar a que sus dos hijas mantuvieran sus raíces, Jenna ansiaba encontrar a sus padres biológicos.
 
Con 20 años, Jenna fue admitida por la Universidad de Yale, donde recibió una subvención para un viaje a China en busca de sus padres como parte de un programa de estudios académicos.
 
Acompañada por su madre adoptiva, en 2012 viajó a Wuhan y logró publicar su historia apareciera en los periódicos locales. El artículo suscitó un gran interés público.
 
Decenas de familias se acercaron para afirmar que Jenna era su hija. Cincuenta de ellos testimoniaban haber abandonado un bebé en el mismo lugar donde Jenna fue encontrada.
 
Durante las reuniones de Jenna con las 50 familias, cada familia trataba a Jenna como si fuera su hija y le preguntaban si todo este tiempo la habían cuidado bien.
 
Jenna llevó a cabo pruebas genéticas con 37 familias, de los 50 que se presentaron, pero ninguno coincidió con su ADN.
 
Antes de regresar a Estados Unidos, Jenna dejó una muestra de su ADN bajo custodia de la policía de Wuhan, con la esperanza futura de encontrar a sus verdaderos progenitores.