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La nunca bien ponderada Miami

Por Revista Cultura y Tendencias | 22 Abril, 2014 - 14:56
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A pesar de lo visitada, esta atractiva ciudad ubicada al sur de Estados Unidos aún no es cien por ciento conocida. Más allá de sus imágenes prefabricadas, Miami es más que salsa, latinos pobres, pugnas sobre Cuba y jarana.

Deben haber pocas ciudades en el mundo más ninguneadas o vilipendiada que Miami. Tachada de superficial, tropicaloide, híbrida y hasta chabacana, lo cierto es que con esta hermosa ciudad ubicada al sur de Estados Unidos pasa lo que siempre pasa con las personas: se ve lo que se quiere ver.

Para muchos, aquí no hay más que diversión y tandeo, sin embargo, como la vida, Miami también “te da sorpresas”.

Con una oferta cultural y de espectáculos que ya se lo quisieran varias ciudades de la región, Miami dejó de ser hace tiempo el ghetto del exilio cubano, por más que la imagen siga filtrada por algunos programas de TV. Antes que nada, Miami es Estados Unidos. La gente habla inglés, todos los letreros son inglés y si bien hay cada vez más inmigrantes latinos, no hay que olvidar que más allá de algunos medios de comunicación y alguna que otra cuadra de la Calle 8, lo cierto es que esto es USA.

Miami es víctima del prejuicio, aunque es uno de los paraderos turísticos más visitados por los latinoamericanos durante los últimos años. Esto último resulta lógico si se piensa que aquí hay reales atractivos como el Miami Seaquiarium, el Miami Metrozoo o el Parriot Jungle, más otros que se ubican medianamente cerca como el mundo de Disney en Orlando o el extraordinario paisaje natural de los Everglades.

EL PASADO CUBANO

A pesar de eso que deslumbra y confunde, no hay que olvidar que existen otras direcciones, probablemente, aún más atractivas como lo son Cabo Cañaveral o el espectacular y austral pueblito de Key West, donde vivió el inefable escritor Ernest Hemingway.

A mediados de los 70, esta zona fue copada por los cubanos que arrancaban de la revolución de Castro y se hizo especialmente notoria cuando el comandante abrió las fronteras y permitió algunos acontecimientos como el del mítico barco “Mariel”, entre otros.

Tal como lo retrata de manera cruda el guión de Oliver Stone para la película de Brian de Palma “Caracortada” (de 1983), el ambiente no fue el mejor. Delincuentes, traficantes y gente de mal vivir se mezclaron en un sombrío cambalache con personas que formaron empresas decentes, que participaron en la creación y puesta en marcha de la mayor parte de la extraordinaria infraestructura que mantiene en movimiento a la ciudad y al estado de Florida.

Como todo en la vida, en el exilio cubano las más bajas pasiones humanas se mezclaron con la más nobles sentimientos de las personas. El periodista Álvaro Vargas Llosa, hijo del connotado escritor Mario Vargas Llosa, efectuó una muy interesante investigación para su libro “El exilio indomable” (Espasa, 1998), en la que relata con pormenorizados detalles esta particular dinámica.

SIN PREJUICIOS, POR FAVOR

Hoy, Miami es una ciudad cosmopolita, grata con sus visitantes, con un clima que cada vez es más parecido al de Santiago (a excepción por la humedad, que realmente se deja sentir), que ofrece alternativas para todos los gustos: malls para regodiarse, playas para deslumbrarse, librerías y tiendas de discos que sorprenden, lugares para conocer y encandilarse (Palm Beach, Boca Ratón, Hollywood, Key West) y espacios de conocimiento (que incluyen desde interesantes registros históricos, hasta las tendencias más modernas y vanguardistas) o el genial Distrito de Art Deco que incluye casi 800 edificios erigidos entre 1920 y 1930 con una exquisita variedad de estilos.

Miami es, realmente, un libro abierto para variadas expresiones culturales como teatro, danza, música, instalaciones para espectáculos, museos y galerías de arte; como dicen ahora sus gestores de arte es una “Meca cultural” con vista al sol.

Además de sus majestuosas playas, esta ciudad hoy no se queda atrás de Nueva York o Los Angeles en su oferta de espectáculos, es algo que hay que considerar. Ahí están el Lincoln Theatre en pleno paseo peatonal de Lincoln Road (sede de MTV), el Jackie Gleason Theater en medio del hermoso barrio artístico del Art Deco, el Miami Art Museum con sus expresiones vanguardistas y clásicas, el espectacular, colorido y callejero Coconut Grove Arts Festival o el ya muy importante Festival de Cine de Miami.

Así es que con Miami, como con las personas, no hay que hacer caso de los prejuicios. Es una ciudad hermosa por demás, que hay que descubrir más allá de los tour de las agencias de viaje. Como las personas, a Miami hay que conocerla personalmente.

 

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