La puesta de sol y el inicio de la noche alumbrada por la luna fueron los escenarios perfectos para que en la Alameda Central de la Ciudad de México deambulara “Ordis”, la bestia marina creada por el artista holandés, Theo Jansen.

 

El físico y artista caminó junto a su obra por esta plaza de más de 400 años de antigüedad mientras decenas de capitalinos lo rodeaban y seguían sus pasos y los de “Ordis”.

 

Así lo hicieron hasta llegar al Palacio de Bellas Artes, donde Jansen detuvo la marcha frente a la entrada principal del inmueble y posó durante unos minutos junto a su obra teniendo de fondo la gran edificación de mármol de los arquitectos Adamo Boari y Federico Mariscal, de origen italiano y mexicano, respectivamente.

 

Durante ese momento el artista se mostró complaciente con las personas que allí se encontraban y que le pedían se tomara selfies con él. Incluso hubo quienes, sin conocerlo, decidieron tomarse una fotografía.

 

Sin embargo, todos se mostraron maravillados con su escultura cinética con aspecto animal que movía “unas patas” para desplazarse mientras era empujada por Jansen ante la ausencia de fuertes aires, como en las playas, sitios en donde son probadas y puestas a prueba.

 

“Ordis” es una de las “bestias de playa” que el físico considerado como el Leonardo Da Vinci del Siglo XXI ha desarrollado durante más de 20 años y que están hechas de tubos o mangueras, botellas de plástico, y unas alas de tracción que son activadas por el viento y provocan que la estructura en forma de animales o insectos comiencen a moverse.

 

Luego de permanecer un tiempo afuera de Bellas Artes, Jansen tomó a “Ordis” y se dirigió al Laboratorio Arte Alameda, donde hasta el 13 de agosto se exhibirán por primera vez un total de ocho “bestias de playa”, en la muestra Asombrosas Criaturas, las cuales también son llamadas por su creador como Strandbeest.

 

En la muestra que fue abarrotada por cientos de personas anoche, se pueden apreciar algunas de las primeras estructuras hasta las más recientes y modernas, ya que cada año es creada una nueva figura, pero otra se convierte en “fósil”. Así han transcurrido siete periodos evolutivos, afirma Jansen, quien se ha basado en las teorías de la evolución de Charles Darwin.