El yoga es un sistema antiguo de relajación, ejercicio y sanación cuyos orígenes se remontan a la India de aproximadamente 5 mil años atrás. En una especie de resumen, su concepto implica una dinámica que une mente, cuerpo y espíritu.

Las personas saludables lo practican para precisamente cultivar un mejor estado físico, relajación física y mental y mantener la salud. Pero el yoga también se ha recomendado y utilizado, ya desde hace décadas, para mejorar algunas condiciones médicas.

Varias investigaciones demuestran que el yoga reduce el ritmo cardíaco y la presión arterial, mejora la capacidad pulmonar, la relajación muscular y la composición corporal, ayuda a disminuir de peso e incrementa la resistencia física en general.

Además, se ha detectado que causa cambios en las funciones mentales, en la percepción, atención, procesamiento de información sensoria y percepción visual.

Un reciente estudio realizado en la Universidad de Columbia Británica (Canadá) resumió ocho investigaciones que habían incluido a más de 700 pacientes y detectaron que el yoga alivia el dolor crónico de espalda y mejora la discapacidad funcional.

El dolor de espalda es uno de los problemas médicos más comunes. Puede ser constante y silencioso o súbito e intenso. En general, estas molestias desaparecen luego de algunos días o semanas, pero cuando duran más de tres meses se considera que es dolor de espalda es crónico.

Y aunque actualmente existen distintas alternativas para combatirlo, el dolor crónico de la parte baja de la espalda es uno de los trastornos más difíciles de tratar.

Entre las formas principales de combatir el dolor de espalda crónico se encuentran los analgésicos y el reposo. Sin embargo, las medicinas no se pueden tomar por tiempo indefinido debido a efectos no deseados, mientras que el reposo prolongado tampoco es aconsejable en un cuerpo que, probablemente, se encuentre dolorido por el sedentarismo y la falta de movimiento.

Lo más eficiente es consultar con un/a especialista para que recomiende cuidados alternativos o integrativos que los pacientes puedan probar para enfrentar las moelstias de espalda.

Lo cierto es que son varias las pruebas que indican que la practica del yoga es una opción a considerar. Un aspecto muy bueno es que se disminuye la cantidad de analgésicos.

La precaución principal a considerar es la búsqueda de un/a buen/a profesor/a, en lo posible con conocimientos del uso de esta práctica contra el dolor, advirtiendo siempre que se padece una complicación lumbar, para evitar lesiones. Todo coordinado, además, con un médico.

En términos generales, el yoga es seguro para las personas saludables cuando se practica de manera apropiada. También resulta apropiado para una variedad de necesidades específicas, incluso para personas que están en cama o en silla de ruedas.

Sin embargo, algunas posturas y técnicas de respiración deben evitarse cuando se padecen ciertas condiciones, como enfermedades en los discos de la columna, ateroescleróticas, riesgo de coágulos sanguíneos, cardiopatías o enfermedades del pulmón.

Por eso se subraya la necesaria coordinación médica.