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Las cuatro cosas que demuestran cómo los perros quieren a sus amos

Por LifeStyle | 7 Agosto, 2015 - 08:42
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Científico estudia cómo los canes distinguen perfectamente el olor de un humano familiar y los variados estímulos positivos que eso les genera.

Gregory Burns es un neurocientífico estadounidense que se ha dedicado a estudiar el comportamiento cerebral de los canes. En su libro "Cómo nos aman los perros" desarrolla estudios gracias a los cuales plantea con certeza qué es lo que definitivamente quieren a sus amos, todo lo cual es comprobable con estudios hechos a base de Resonancia Magnética (MRI).

De hecho, Burns ha sido uno de los pocos científicos que logró hacer estudios a través de escaners con perros despiertos, para lo cual entrenó a los que iban a ser estudiados. De esta forma, los resultados se acercan más a una reacción verdadera.

Una de sus principales conclusiones es que los perros perciben a los humanos como un grupo separado de ellos pero, aun así, consideran a sus dueños como parte de su familia. Y, de hecho, prefieren buscar su ayuda que la de otros compañeros de especie, algo que podría indicar que los perros desarrollan la idea de que los humanos cuentan con recursos que ellos no tienen.

Gracias a los análisis de los exámenes y a través del estudio de fragancias, Berns comprobó cómo los perros distinguen perfectamente a los miembros de su especie y a los humanos, pero incluso entre aromas conocidos y desconocidos. De hecho, el olor de un humano familiar provoca una recompensa en el cerebro, incomparable con la que generan el resto de estímulos en general.

Estudios recientes han avanzado también en el sentido de que los canes desarrollan en su relación con sus amos la misma sustancia química cerebral que se activa entre las personas en el lazo madre-hijo/a: la oxitocina.

El perro ha evolucionado hasta convertirse en un animal mucho más social que el lobo, su ancestro, algo que le ha hecho sobrevivir como especie. “Para ellos, juntarse con las personas ha resultado ser una estrategia evolutiva muy efectiva. Hay alrededor de 10 millones de perros en el mundo, así que, en muchos aspectos, el perro ha superado evolutivamente al lobo”, ha dicho en los medios la experta en perros Jessica Hekman, autora del blog DogZombie.

Y aunque se puede pensar que los canes quieren a los dueños porque les dan de comer, lo cierto es que el punto es más complejo. Los escáneres revelan que los perros aman realmente la compañía de sus humanos.

El libro de Burns revela cinco preguntas para evaluar la relación entre dueños y perros.

1. ¿Acaricia o abraza después de comer?

- Los perros son motivados por la comida, pero si quieren estar con sus dueños después de comer, quiere decir que les tienen cariño. Si no, se irían a jugar solos o simplemente ignorarían a los humanos post alimento.

2. ¿Dónde duerme el perro?

Si la mascota duerme en las camas, o cerca, es porque definitivamente le gusta esa compañía. Y de acuerdo a los estudios del doctor Burns, esa acción es una clara muestra de amor.

3. ¿Cómo reacciona cuando los dueños salen de la casa?

Los perros son animales de manada: quieren estar juntos, no les gusta estar solos. Si el perro llora o se incomoda cuando las personas se van de la casa a sus trabajos o estudios, no quiere decir que los extrañará, significa que no quiere estar solo. Si deja que las personas se vayan de manera tranquila, es porque confía en ellos. La relación en este caso es fuerte y sabe que, aunque deben salir, nunca va a ser abandonado.

4. ¿Como reacciona cuando las personas regresan?

Si brinca, ladra, se pone a correr en círculos y su cola está meneando permanente, se trata de una respuesta evidente: el perro los ama. Ellos no pueden esconder sus emociones, si algo los pone alegres, claramente se nota. Si no quisiera a los humanos, los ignora.

En el libro "Cómo nos aman los perros" se incluye una quinta pregunta, pero dirigida a las personas:

5. ¿Amas a tu perro?

En su relación con los seres humanos, los perros son iguales a las personas en cuanto a que les gusta que les hagan cariño, que les hagan caso y saber que hay otros ejemplares de especies que los quiere.

Una clave es clave: si un perro mira a los ojos a una persona, la manera más rápida de conectar es mirarlo de regreso. Para ellos ese nexo es como un abrazo.