Artículos
Las seis claves para pedir perdón
Asumir una responsabilidad sinceramente es también una acción que mejora la calidad de vida de la persona que lo hace.
Estudios psicológicos relacionados a las parejas indican que la acción de pedir perdón implica admitir una responsabilidad por haber lastimado a alguien. Se subraya que el principal objetivo es expresar un arrepentimiento genuino, en cuya dinámica quien ha lastimado reconoce haber llegado a lugares complejos del corazón de otra persona.
“Pedir perdón es un acto de valor y humildad, de fortaleza y sensibilidad, de prudencia y respeto”, señala la experta en relaciones humanas Becky Krinsky. La conferencista y columnista mexicana indica que se debe aprender a pedir perdón y reparar las relaciones que se dañan cuando uno las lastima. “El pedir perdón demuestra madurez y responsabilidad”, destaca.
Otro aspecto importante para el que asume la tarea es que pedir perdón sinceramente es una acción que mejora la calidad de vida de la persona que lo hace, además de que tiene el extra de reparar la relación que se dañó, mejorar el sentir del otro y -por si fuera poco- nutrir y mejorar la autoestima personal.
Para Krinsky hay otro punto importante: cuando alguien pide perdón, debe estar consciente de que se trata de alguien que ha lastimado a otra persona, por lo tanto aunque se encuentra en condiciones de asumir un error, no quiere decir que la otra persona esté dispuesta a perdonar de manera inmediata o en el momento en el que se le pide la disculpa.
Quizás se requiera más tiempo para procesar lo sucedido. Cuando se da el primer paso y se pide perdón, por lo general el tiempo juega en favor de quien asume la responsabilidad, dice la experta mexicana.
“No se trata de juzgar o reclamar. El único fin de pedir una disculpa es el sanar y restaurar una relación que se lastimó”, señala.
La experta aconseja seis puntos clave al momento de pedir perdón:
1. Valor para aceptar que uno se ha equivocado o ha dicho más de la cuenta.
2. Reconocimiento y sensibilidad para poder ver el dolor que ha causado.
3. Reflexión para evaluar el comportamiento propio y entender cómo sanar.
4. Arrepentimiento como un acto sincero de reconocer y estar dispuestos a reparar.
5. Prudencia para esperar el momento adecuado y el lugar oportuno.
6. Prontitud para no dejar que pase mucho tiempo
Becky Krinsky señala que una persona dispuesta a pedir perdón demuestra que es capaz de aceptar sus errores y que puede repararlos, por lo tanto se convierte en un ejemplo y en alguien digno de ser respetado.
“El pedir perdón sana a las personas y al mundo. La paz y la tranquilidad que da el aceptar que uno se ha equivocado evita muchos problemas y mejora las relaciones interpersonales. Es un acto importante y necesario”, destaca la experta.
