El 4 de septiembre del año pasado muchos lloraron la pérdida de uno de los más altos referentes del rock latinoamericano, Gustavo Cerati. Aunque, en realidad, la pena había comenzado mucho antes, ese 15 de mayo de 2010 cuando el músico argentino, fundador del mítico grupo Soda Stereo, sufrió un accidente cerebrovascular isquémico, que lo dejó en estado de coma durante más de cuatro años.

Tras su partida, muchos le rindieron homenaje. Uno de ellos fue el periodista argentino Gustavo Bove, quien lanzó el libro “Gustavo Cerati, conversaciones íntimas”, trabajo que registra tres entrevistas que el escritor le realizó al vocalista, guitarrista y compositor en diferentes períodos de su carrera.

El proyecto surgió en 2006, en una época en la que en Argentina estaba de moda que periodistas conocidos se juntaran con estrellas de rock para hacer un libro de conversaciones. “En ese momento se estaba preparando el de Bersuit y Babasónicos, los que justamente elaboraban dos periodistas muy amigos míos, y a Gustavo lo estaban llamando mucho por teléfono para hacer algo igual. A Gustavo le gustaban mucho los libros de entrevista, pero no quería, se resistía. Una vez estábamos hablando en el vip de un festival y me dice 'sabes me están tentando para hacer un libro de estas características pero no sé' y yo le digo 'lo hago yo' y me dice 'me encantaría que lo hagas vos, con vos me siento re cómodo, nos conocemos hace muchos años' y le digo que bueno”, recuerda Bove.

En esa conversación, Cerati le propuso al periodista juntarse tres noches en su casa para conversar de todo y hacer una biografía charlada, de su historia personal y musical. Sin embargo, el libro no se pudo concretar, pues a las pocas semanas explota "Ahí Vamos", que “es como su despegue definitivo como solista y tras eso, al segundo, el regreso de Soda Stereo, entonces vinieron los ensayos, la preparación, todo durante el 2007. Tras la reunión de 'Soda Stereo', en diciembre, se fue a Europa a descansar, vuelve y se pone a preparar 'Fuerza Natural', así que lo fuimos posponiendo hasta que tuvo el accidente”, evoca emocionado el escritor.

Y es que el recuerdo de Gustavo aún le toca el corazón a a Bove, pues, con el correr del tiempo se convirtieron en amigos. “El 22 de enero cumplí 45 años y yo conocí a Gustavo alrededor de los 15 años, es decir, hace 30 años, imagínate. El libro es Gustavo Cerati 100 por 100 pero también es mucho de mi historia y de mis recuerdos”, confiesa.

Por lo mismo, después del accidente, el autor dejó pasar el tiempo antes de materializar ese proyecto que nació luego de un concierto.

“Cuando tuvo el accidente me quedé con la espina de que habría sido increíble dejar eso como legado y me pongo a revisar en mi archivo y encuentro una docena de notas que tenía grabadas con Gustavo de los '80 para acá, algunas eran tan viejas que las cintas estaban desmagnetizadas. Todo esto con tristeza y un dejo de nostalgia, porque recién había sucedido lo del accidente. Yo no lo quería hacer en ese momento, porque me parecía oportunista, él estaba vivo, y me alineaba mucho detrás de la palabra de Lilian (Clark), la madre, que decía que Gustavo vivía, respiraba, respondía estímulos, que ella le agarraba la mano y Gustavo la apretaba. Si bien yo estaba muy seguro de sus cuadros clínicos mi fe seguía alimentando la esperanza que algún día despertase y que hiciéramos el libro. Eso finalmente nunca sucedió”, explica Bove, quien no puede evitar recordar, pensar y mezclar lo sucedido con frases de las canciones de Soda Stereo o de Cerati. "¿Quién sabrá el valor de tus deseos?", agrega el escritor evocando a la banda argentina.

No obstante, la señal del vamos del libro llegó un día que Bove fue a visitar a Cerati al cementerio, poco después de su muerte. “A los días fui a llevarle una rosa al panteón en el que descansa, el que había estado llenos de fans, pero cuando fui no había nadie, estaba solo, era un día de sol. Él está en un pasillo que da a un ventanal y le llegaba el sol, era como la imagen de la calma después de la tormenta, y me agarré de las palabras que me dijo Adrián Taverna el día del velorio 'ya está, Gustavo se liberó' y yo también sentí una liberación y dije mi regalo va a ser hacer el libro”.

Siempre es hoy

Luego de la revelación, Bove comenzó el proceso de escoger las entrevistas y más bien por una intuición es que Bove elige tres conversaciones bien representativas de los diversos momentos creativos y artísticos de uno de los músicos más destacados de Latinoamérica. “Ahora me doy cuenta, después de haberlo leído, que era un momento muy especial para Gustavo, pero me salió de casualidad, no porque lo haya pensado”, detalla.

Dentro del material, Bove sabía que tenía que estar su entrevista más querida con Gustavo Cerati y la que el artista argentino consideraba que era la mejor nota que le habían hecho como músico, que en el libro es parte del capítulo "Aquí, ahora y después".

“La entrevista de Gustavo más querida es la del primer capítulo, entonces, esa tenía que estar de uno, de esa no había discusión, porque Gustavo me lo dijo. Él estaba en un momento de mucha plenitud espiritual, él estaba conforme como artista, no tenía que darle respuesta a nadie, era su mejor momento. La nota la habíamos hecho en el caserón que tenía él con Cecilia Amenábar y sus hijos, Benito y Lisa. Además, después de la despedida de Soda Stereo no lo había vuelto a ver. Hace muchos años que no nos veíamos y eramos una persona a la cual frecuentaba, entonces, fue muy cálido el recibimiento. Ese día estaba inspirado en las preguntas y él en responder. Se dio todo”, revela.

La segunda entrevista, del capítulo dos “Hoy es siempre”, además de hablar de muchas cosas y tener los puntos más graciosos del libro, también tiene un condimento histórico, porque en esa charla nace el nombre de "Siempre es hoy".

En tanto, el tercer apartado, “Bomba de Tiempo”, es una entrevista realizada mientras el sencillo “Crimen” de “Ahí vamos” sonaba en todas las radios y se posicionaba con un hit. Pero, al mismo momento, varias cosas rondaban en el ambiente poniendo a prueba el ánimo de Cerati, siendo una de ellas la insistencia de los medios por saber si “Soda Stero” volverían. Según el propio Bove, este es “Gustavo a punto de explotar. Sí, como una bomba de tiempo”.

Por el material que tiene de Cerati, no es tan descabellado pensar en una segunda publicación. No obstante, el escritor cierra la puerta, para luego abrirla y dejarla junta. “Esto fue lo que fue. Capaz que dentro de cinco o diez años hagamos una reedición de lujo donde voy a poner otro capítulo, un prólogo de Zeta y hacer un montón de cosas. Hoy estoy con esto y no me puedo poner a pensar en más adelante, ya sería demasiado. Todo lo que pude decir de Gustavo está acá.  La última nota como miembro de 'Soda Stereo' me la dio a mi, fue en los camarines después del 20 de diciembre, del show de despedida. En esa entrevista me confirmó que tenía la idea que un futuro con Soda Stereo no era tan utópico, no cerraba ninguna puerta, que él ya no cerraba ninguna puerta, que un reencuentro podría existir”.

De momento surge la pregunta de por qué no contemplar ese material. “Quería hacer un libro corto, quería que vos lo leas rápido y te pegue en algún lado, que no sea un libro que está ahí, de esos largos. Quería que fuera concreto y que estuviera concentrada la imagen de Gustavo. Si bien no es una lectura banal, que se puede leer más de una vez”, explica el autor.
 
Ahí vamos

Varios factores se conjugaron para que el libro de Bove adquiriera especial forma, pues, una vez realizada la selección, ciertas coincidencias y encuentros inesperados permitieron que diversas personas ligadas a Cerati se fueran sumando a su proyecto.

“Se empezó a juntar alrededor mío un montón de amigos que teníamos en común, con los que también compartíamos cosas: Nora Lezano hizo el retrato de la tapa, ella fue la fotógrafa personal de Gustavo durante los últimos diez años y es una de mis mejores amigas. Esta es de la primera sesión de fotos que hizo con él, cuando la vi amé el gesto de Gustavo. Atrás está como iluminado y justamente la idea era esa, iluminar a la persona detrás del personaje. Cuando la vio Nacho Iraola, el presidente de la editorial Planeta, dijo 'esta foto habla. Es un polvo'".

Después se sumó la diseñadora gráfica Gabriela Malerba, una de las mejores amigas de Cerati que diseñó discos como "Amor Amarillo", "Sueño Stereo" y"Dínamo". “Ella vive en Brasil, era imposible encontrármela, y me la encuentro en una fiesta, le cuento y me dice que quiere hacer el arte y elige la frase de la contraportada. Enseguida se suma en la producción Mirta Magallanes, que era la mujer del asistente de guitarra de Gustavo, además era quien le cuidaba a Benito y Lisa cuando se iba de gira y Cecilia no podía. Así se iba juntando gente y cargando de emotividad el trabajo”.

Uno de los detalles importantes del libro es que el prólogo fue escrito por el músico argentino Richard Coleman, quien tocó con Soda Stereo y participó junto a Gustavo Cerati en las producciones “Ahí Vamos” y “Fuerza Natural”.

“Richard me pareció perfecto porque es uno de mis mejores amigos, era el mejor amigo de Gustavo, compartió muchas cosas con él. Con su prólogo vino a llenar los '80, donde yo a Gustavo no lo conocía”, acota.

Entonces, ¿por qué no contemplar a Zeta Bosio y Charly Alberti? La respuesta es concreta. “Hoy por hoy soy más amigo de Zeta, es uno de mis mejores amigos, pero Charly fue mi mejor amigo, pasando a hermano. Tenía las llaves de mi casa, iba a su casa y su madre me cocinaba y me tiraba las cartas porque era media bruja. Pero con Charly no nos hablamos hace 14 años, porque después del proyecto 'URL' se generó una fricción y no volvimos a hablar y él es muy orgulloso y yo también. Fue loco porque nos cruzamos en los camarines de 'Soda', en el regreso, y nada. El otro día estábamos hablando con Zeta y me dice '¿por qué vos a tu ex amigo no lo querés?' y yo le digo, 'él no me quiere a mi', y me dice 'estás equivocado, él te quiere'. Creo que en algún momento se va a dar”, confesó, agregando que Zeta está escribiendo su propia autobiografía donde va a contar mucho y también lo sacará por Planeta, entonces, “ponerlo en este compromiso de tener que escribir sobre Gustavo con una cercanía tan fuerte con su libro, no me parecía”.

Por la relación que Bove tenía con la familia de Cerati, esta se mantuvo al tanto del libro, por lo que cuando lo terminó, el escritor le llevó un borrador a Laura Cerati, la hermana del músico, y a Lilian Clark, quienes aprobaron su trabajo.

“Lilian me dijo que estaba bueno, que se notaba la relación que yo tenía con Gustavo, se notaba que era la palabra y pensamiento de Gustavo, coincidimos que van a poder salir muchos libros pero que el único que va a tener la palabra y pensamiento de Gustavo es éste, por una razón: su palabra y pensamiento sigue vivo por siempre, pero él, personalmente, no va a poder dar más notas ni nada. Este es el reflejo del Gustavo humano, músico, todo, es 100% Cerati. Ese es el valor más importante que tiene el libro, más allá de todo. Acá está Gustavo”.

* Fotografías de Cerati Alejandro Guyot y Nora Lezano