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Los Geldof, una familia maldita

Por Ana Martín García | 21 Abril, 2014 - 15:48
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La repentina muerte de la presentadora y modelo Peaches Geldof a los 25 años ha sacado del olvido las tragedias que han vivido los diferentes miembros de la familia. El primer golpe fue el divorcio de sus padres, Bob Geldof y Paula Yates en 1995, después el novio de Paula, Michael Hutchence, se suicidó en 1997 y ella moriría de sobredosis tres años después.

"Era la más salvaje, la más divertida, la más inteligente, la más ingeniosa y la más alocada de todos nosotros. Escribir en pasado me destruye. ¡Qué niña tan bonita!". Así se lamentaba un padre roto por el dolor, el músico y activista Bob Geldof, tras la muerte de su hija Peaches.

Con tan solo 25 años, Peaches fue encontrada sin vida en su casa de Kent (Inglaterra) la semana pasada y las causas de la muerte aún están por determinar. "¿Cómo es posible que no la vayamos a volver a ver? ¿Cómo se puede soportar esto?", escribía poco después Geldof, quien ya pasó un momento complicado por la muerte por sobredosis de su exesposa Paula Yates.

La desaparición de Peaches ha sumergido a la familia en una situación "más allá del dolor", asegura en una carta el cantante, cuyo nieta Phaedra estaba junto a su madre cuando falleció, aunque una fuerte cercana a la familia señaló al diario The Sun que "al ser tan pequeña", once meses, esperan que "no se haya dado cuenta de lo qué estaba pasando realmente".

UNA INFANCIA DIFÍCIL

Peaches también conoció el dolor de perder a su madre siendo una niña, aunque en su caso tenía once años, lo que seguramente le hizo más consciente de la desgracia y así lo relató el año pasado a la revista Elle.

"Recuerdo cuando murió mi madre, y aún me resulta difícil hablar de ello. Simplemente, lo bloqueé. Fui a la escuela al día siguiente, porque la mentalidad de mi padre era mantener la calma y continuar. Pero había pasado. No fui capaz de llorar en su funeral ni pude expresar nada porque estaba insensibilizada a todo. Solo viví el duelo cuando tuve aproximadamente 16 años" .

Pero incluso antes de la muerte de su madre, por una sobredosis, en el año 2000, Peaches ya sabía lo que era sufrir, pues el mediático divorcio de sus padres y la lucha por las custodia de las tres hijas del matrimonio le dejó una huella profunda, de la que reconoció que nunca se había recuperado. El carismático Bob Geldolf, líder del grupo irlandés "The Boomtown Rats" y conocido por sus campañas de activismo contra la pobreza en África, se había casado en 1986 con la presentadora Paula Yates.

En aquel momento ya tenían una hija, Fifi Trixibelle (1983), a la que siguieron Peaches (1989) y Pixie (1990). Pero casi una década después el matrimonio se rompió. Era 1995 cuando anunciaron su divorcio. Bob y Paula emprendieron una amarga batalla ante los tribunales para dirimir la custodia de las pequeñas, mientras la presentadora ya mantenía una relación con el que fuera vocalista y compositor del grupo australiano INXS Michael Hutchence, de la que nació Heavenly Hiraani Tiger Lily.

Pero en 1997 otra tragedia sobrecogió el corazón de Peaches y sus hermanas, la muerte por ahorcamiento de Hutchence, de 37 años, en un lujoso hotel de Sydney, unos pocos meses antes de su programada boda con Paula Yates quien, según sus palabras, quedó "destrozada" por el trágico suceso e incluso llegó a señalar a Geldof como responsable de aquel suicidio, pues se negó a que las niñas viajaran con su madre a Australia para pasar las navidades junto a su pareja. Entre aquel episodio trágico y el siguiente pasaron apenas tres años.

En septiembre de 2000, Paula Yates fue encontrada muerta por una sobredosis de heroína en su casa de Londres. Tenía 40 años. Un nuevo revés, este de dimensiones mayores, en la vida de Peaches y sus tres hermanas, cuya custodia había perdido la madre por sus tendencias depresivas.

"Estamos todos muy tristes. La pérdida es insoportable para todas sus hijas", aseguró entonces Bob Geldof, quien además de la custodia de sus tres hijas logró la de Tiger Lily, que entonces tenía cuatro años y fue la que encontró el cadáver de su madre.

LA MATERNIDAD, SU REFUGIO SEGURO

La hija mediana de Bob Geldof unió a su infancia difícil, una juventud de coqueteó con las drogas, numerosas fiestas, a las que acudía a menudo con su hermana Pixie, y relaciones impulsivas.

A los 19 años se casó en secreto con el rockero Max Drummey en Las Vegas, cuatro semanas después de conocerse, y el matrimonio solo duro seis meses. En lo profesional se diversificó entre la moda -su debut en la pasarela fue en 2007-, la televisión y el periodismo, en el que comenzó como columnista en la edición británica de la revista Elle Girl y un año después en The Guardian y The Daily Telegraph.

Los años y su matrimonio con el músico Tom Cohen, en septiembre de 2012, le fueron proporcionando la estabilidad y serenidad necesaria para alejarse de ciertos tipos de vida.

"Sí, he vivido experiencias con drogas, algunas desagradables, que no repetiría, estaba madurando, solo quería vivir la experiencia" reconoció en 2009 durante una entrevista. Y, sobre todo, fue la experiencia de la maternidad -su "proceso de curación", como ella la llamaba- lo que cambió definitivamente a Peaches, a través de sus hijos Astala (2012) y Phaedra (2013), a quienes dedicaba la mayor parte de su tiempo.

Si no estaba con ellos, se dedicaba a dar consejos sobre maternidad en revistas y programas de televisión. En su última columna, publicada al día siguiente de su muerte en la revista "Mother And Baby", decía que tener hijos fue "lo mejor de su vida"; el "ancla" que le alejó de la vida alocada y "sin responsabilidades" que había llevado y que le permitió corregir las partes "más terribles" de su infancia.