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Los temores que dificultan la lucha contra el cáncer

Por Télam | 20 Febrero, 2017 - 13:40
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El miedo al diagnóstico y los efectos del tratamiento son graves errores que cometen los pacientes.

El cáncer no se cura, los tratamientos hacen caer el pelo y sin antecedentes familiares no hay riesgo, son algunos mitos que persisten en el imaginario social y pueden convertirse en barreras para los controles médicos que facilitan un diagnóstico temprano, clave para mejorar el pronóstico de los pacientes.
 
"Una mujer de 45 años llegó la semana pasada al consultorio con un diagnóstico de cáncer de mama en un estado tardío. Hacía un año que se tocaba un bulto y, pese a que se trataba de una persona informada, no se había acercado por miedo al diagnóstico y a los efectos del tratamiento. El miedo muchas veces está vinculado a la falta de información", dijo Juan Lacava, presidente de la Asociación Argentina de Oncologí­a Clí­nica (AAOC).
 
Para Lavaca, el miedo al diagnóstico "se asocia con un primer mito, que el cáncer es sinónimo de muerte; esto no es así. Hace años que se encontraron tratamientos que permiten la cura de ciertos tumores si se detectan en estadíos tempranos, de hecho hoy en los países desarrollados más de la mitad de los nuevos casos serán curables y en algunos cánceres como el de mama fallecen menos del 20% de los pacientes".
 
No obstante, según el Boletín de Vigilancia Epidemiológica 2016, elaborado por el Instituto Nacional del Cáncer (INC), en Argentina el cáncer constituye la segunda causa de muerte por enfermedad: sólo en 2014 ocurrieron 60.791 muertes por tumores malignos.
 
"La incidencia de cáncer va en aumento en todo el mundo, la clave para mejorar la mortalidad es el diagnóstico precoz y la posibilidad de tratamiento adecuado; para eso hay que derribar mitos, dar información, mejorar el acceso a los sistemas de diagnóstico y destinar recursos para la prevención y el tratamiento; el 70% ciento de todos los muertos por cáncer en el mundo se da en países de bajos ingresos", afirmó Lavaca.
 
Pero más allá de las barreras socio-sanitarias, Lacava identificó otros mitos que alejan a los pacientes, como la idea de que "todos los tratamientos hacen caer el pelo, lo cual es falso. "Todos producen algún efecto, pero siempre dependen de lo que se esté atacando y del estado del paciente", agregó.
 
"También es común escuchar que la persona e incluso los médicos clínicos descartan cáncer en edades tempranas por la falta de antecedentes familiares cuando sólo en 10% de los tipos de cáncer conocidos se ha comprobado un origen hereditario", describió.
 
El experto aconsejó que "en caso de que haya antecedes, hay que estar más atento; lo mismo que si la persona ya tuvo un cáncer, porque hay un componente de base, una predisposición que el cuerpo ya tiene; por eso quien tuvo cáncer, aunque esté curado, tiene que hacerse controles de por vida".
 
Por su parte, la doctora Silvia Ferrandini, jefa de la División de Oncología Clínica del Hospital de Clínicas José de San Martín, coincidió en que "aunque hoy se sabe más que el cáncer tiene cura, todavía no hay una dimensión de esto, ni de que existen tratamientos que van surgiendo constantemente que hacen que, aún cuando no pueda curarse, se puedan extender los años de vida con buena calidad".
 
Ferrandini sostuvo que "nosotros tenemos pacientes con cáncer de riñón que están viviendo cinco o siete años, y con una muy buena calidad de vida, y esto es importante difundirlo para estimular a tratarse a aquellos que sabiendo que no tienen cura o que temen hacer un tratamiento".
 
La especialista destacó que "en muchos casos los diagnósticos tardíos tienen que ver también con el propio sistema de salud en el que desde que se hace la primera consulta hasta que se llega al diagnóstico pasaron seis meses, y esa no es culpa del paciente".
 
Otra causa que puede provocar la llegada tarde al diagnóstico es "la realización de estudios en lugares donde los equipos son viejos o bien quien los lleva adelante no tiene la suficiente experiencia", aseveró la experta, que recomendó "hacer interconsultas en lugares de referencia". "En la medida de lo posible, si hay un centro que se especializa en cáncer de colon y yo tengo esa enfermedad me conviene consultar allí".
 
Más allá de los factores externos (como condiciones ambientales), ambos especialistas coincidieron en que existen conductas que pueden ayudar a prevenir varios tipos de cáncer como alimentarse en forma saludable, realizar actividad física, no fumar y un consumo medido de bebidas alcohólicas.
 
Según datos del INC, Argentina se ubica dentro del rango de países con incidencia de cáncer media-alta (172.3-242.9 x 100.000 habitantes) de acuerdo a cálculos de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), datos que corresponden a más de 100.000 casos nuevos de la enfermedad en ambos sexos por año, con porcentajes similares tanto en hombres como en mujeres.