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¿Por qué los fanáticos del fútbol se desatan con tanta violencia?

Por El Observador | 30 Septiembre, 2016 - 15:34
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El sociólogo y psicólogo social Javier Romano analizó las motivaciones de los hinchas para actuar de manera agresiva.

El Observador | Los festejos de un nuevo aniversario del Club Atlético Peñarol terminaron, como todos los años, en violencia. Destrozos, robos y tres jóvenes heridos de bala se reportaron en distintos puntos de Montevideo, la capital de Uruguay.
 
Javier Romano es sociólogo y doctor en psicología social de la Universidad Autónoma de Barcelona y abordó con el diario El Observador en el origen, las motivaciones y las metas de los hinchas agresivos.
 
- ¿Por qué los hinchas de fútbol realizan acciones violentas?
- Está la idea de que la libertad de uno termina cuando empieza la del otro y ese paradigma se empezó a romper. El otro aparece como una amenaza y un problema. No hay un hecho particular que lo haya generado pero si determinadas gestualidades. Lo último que se dio es el tema de las cámaras. En el caso del fútbol insisten mucho en el reconocimiento facial, lo que te da esa tecnología es una gran cosa que la sociedad está buscando: el reconocimiento de los otros para que no hagan daño.
 
- ¿Cómo se construye el fanatismo?
- Hay una fragmentación de la sociedad que hace que encontremos un lugar material y simbólico en pequeñas tribus. La fe es lo que cohesiona o junta a los grupos. Uno de los sitios donde se canaliza la fe y se tienen comportamientos tribales tiene que ver con el fútbol. La gente ahí encuentra cobijo, un lugar para ser alguien. Se distribuyen roles, pero para pertenecer tenés que tener una determinada acción heroica.
 
En esa construcción de valores, para muchas personas participar de una hinchada de fútbol y cometer determinadas acciones, cómo puede ser herir a un hincha de un cuadro rival o robar una bandera, se carga de cuestiones positivas. Los que no participan de eso les cuesta encontrarle la racionalidad, el sentido.
 
- ¿La violencia es como un desborde?
- Hay como una lógica del comportamiento del patio de la cárcel, de ocupar y apropiarse del espacio que sale de la cárcel y se proyecta en la ciudad. Lo que hay es permanentemente una intención de marcar la ciudad, de decir: "la ciudad me pertenece". En tanto eso se genera, se imposibilita el ingreso o el reconocimiento de los otros.
 
- ¿Por qué se producen?
- Este tipo de comportamientos están hablando de una sociedad uruguaya que tiene problemas en otros lugares y recaen ahí. Se ve el síntoma, como pasa con las enfermedades. Hay una gran crisis de valores que a partir de ella se empieza a construir la idea de diferencia y de rivalidad situado en la idea de exterminar o eliminar a otro.
 
- ¿Es una forma de catarsis?
- Sí, tiene sentido de catarsis. Sobre todo la idea de no reconocer y de intentar eliminar al otro. Por ejemplo en la discusión de quién nació primero: si Peñarol o Nacional o de muchos cánticos.
 
 
- ¿Cómo se puede prevenir?
- Es un problema muy complejo. El mensaje es restituir ciertos valores que permitan que la sociedad se mantenga unida. Una de las cosas más importante es restituir la capacidad de escuchar, reconocer, tolerar.
 
- ¿Cómo se construye el sentido de pertenencia?
- En las generaciones anteriores la existencia social pasaba por ser un trabajador, un vecino, te cargaba de significaciones positivas. Hoy por hoy la existencia social pasa por otros lados: ser el ganador, el que llega primero.
 
- ¿Por qué despierta violencia?
- Porque la idea del otro se construye como que me puede invadir, que compite conmigo. Si vas y le robás una bandera a otro cuadro, genera un sentimiento de heroicidad. En la sociedad están en desaparición las prácticas que tienen que ver con la construcción colectiva.
 
- Entonces la violencia es vista como positiva.
- Ese es uno de los problemas, que en el interior de los grupos ni siquiera se llama violencia, son acciones que se permiten y generan gratificación. Cuanto más violenta sea la acción, más reconocimiento tenés. Así se van construyendo los liderazgos.
 
- ¿Cómo se transforma una persona en líder de una banda de fútbol?
- No es porque sean más inteligente, necesariamente, sino por otras actitudes como carisma, capacidad de mando y a ese conjunto de elementos algunos rituales que debe llevar adelante: por ejemplo haber estado en una gran pelea y aparecer como vencedor, robar objetos de los contrarios. La violencia ha estado presente a lo largo de la historia, en distintos colectivos, el tema es cómo se canaliza o cómo se transforma en algo positivo.
 
- ¿Puede ser algo positivo?
- Históricamente uno de las instituciones que ha logrado aplacar la violencia y generar tolerancia son las religiones. Han logrado salir de esa agresividad, de esa violencia primitiva a construir una idea que tiene que ver con los valores. El tema es que las religiones también están en retroceso y por tanto hay espacios que formaban sensibilidad que no existen entonces empieza a aflorar lo más primitivo.