La exploración acerca de lo que sucede en el cerebro humano, llevada adelante por el doctor en Ciencias Biológicas e investigador del Instituto de neurociencias del Conicet, Fabricio Ballarini, se transformó en un libro llamado REC que recopila el estudio y análisis sobre nuestra memoria, sus recuerdos y sus olvidos.

 

Tras descubrir que el cerebro guarda mejor la información luego de una situación sorpresiva o no esperada, el investigador inició una experimentación en 2008 con alumnos de escuelas de todos los niveles, a través de la cual logró demostrar que “sí uno interrumpe la rutina colabora al momento de guardar recuerdos ya que se vincula automáticamente con esa sorpresa”, explicó Ballarini en diálogo con Télam Radio.

 

En esta línea, ejemplificó que “es probable que gran parte de la población recuerde lo que hizo el 11 de septiembre, el día de la caída de las Torres Gemelas, ya que uno guardó todas las situaciones cercanas a ese shock y ruptura de la cotidianeidad, debido que al encender el televisor uno no esperaba ese hecho”, lo mismo sucede con hitos claves como el primer día laboral o el primer beso.

 

Sobre la actividad cerebral, el biólogo indicó que el cerebro está todo el tiempo conectando y desconectando neuronas, “es una educación constante”, por eso es tan importante quitarlo de la rutina ya que contribuye a la memoria y al olvido, “la memoria es todo, no sólo sirve para construir el pasado, sino también para proyectar el futuro”.

 

En cuanto a la relevancia del entrenamiento cognitivo, Ballarini expresó en Télam Radio que “es vital incentivar a los adultos mayores a realizar actividades, relacionarse, leer mucho y no colgarse en la facilidad de la vida”, ya que existe la teoría de reserva cognitiva, cuanto más información, más vinculación, más idiomas y aprendizaje uno adquiera mejor será.

 

“Si uno tiene muchas hojas de experiencias por más que pasen los años nos arranquen algunas y el olvido se las lleve, también tendremos muchas otras que quedarán en la memoria, por eso si más hacemos, más experimentamos, más queda, sino tarde o temprano la falta de movilidad cerebral nos pasará factura”, manifestó el experto.

 

Finalmente, el investigador del Instituto de Neurociencias del Conicet enfatizó que “en todos los espacios y rincones de la vida hay ciencia”, motivo por el cual señaló la importancia de la neurociencia como herramienta, como así también el estudio y la investigación infinita.