Con cuatro actores originales (Ewan McGregor, Jonny Lee Miller, Robert Carlyle y Ewen Bremner) el director Danny Boyle confirma que la idea de hacer una secuela de la exitosa película “Trainspotting” avanza con pasos certeros.

 

El cineasta, quien en octubre estrena su filme sobre Steve Jobs, asegura que “Trainspotting 2” tiene lugar nueve años después de lo ocurrido en la cinta de 1996, basándose esta vez en la novela “Porno” de Irvine Welsh.

 

Cabe recordar que la cinta original tomó la idea de la novela homónima del propio Welsh, llevando al cine la adicción a las drogas y el mundo pobre de Edimburgo, capital de Escocia, en un rodaje que tuvo como presupuesto casi US$3 millones, pero que en taquilla logró una recaudación mundial de casi US$80 millones. 

 

De ser un proyecto independiente más, se convirtió en una de las películas británicas más exitosas de la historia.

 

“Es sólo cuestión de conseguir que las agendas de los actores puedan coincidir, aunque se complica un poco porque dos de ellos hacen series en Estados Unidos”, explica Boyle en los medios, haciendo referencia a Miller (quien encarna a Sherlock Holmes en “Elementary”) y a Carlyle (quien personifica a Mr. Gold / Rumplestiltskn en “Once upon a time”).

 

Si todo avanza según narra el director, durante el año 2016 podría comenzar el rodaje de la segunda parte de una de las cintas de culto más recordadas del último tiempo, tanto por su trama como por su mítica banda sonora que incluyó a Blondie, Iggy Pop, Primal Scream, New Order, Blur, Underworld y Pulp, entre otros.

 

La película comienza con la narración de Mark Renton (Ewan McGregor) cuando él y su amigo Spud (Ewen Bremner) corren por la Calle de los Príncipes, siendo perseguidos por unos guardias de seguridad. 

 

Renton declara que, a diferencia de la gente que “escogió una vida” (el clásico modelo de familia y estabilidad), él eligió ser un heroinómano. 

 

Luego comienza a ser presentado su círculo más cercano: el artista y amoral Sick Boy (Jonny Lee Miller), el atlético de buen parecido Tommy (Kevin McKidd), el ingenuo y afable Spud y el violento sociópata Francis Begbie (Robert Carlyle). A ello se suma el surtidor de las sustancias, Swanney (Peter Mullan).

 

La historia mira a Renton como un moderno anti-héroe quien permanentemente se pregunta para qué elegir un modelo de vida, si como adicto no se estresa, no tiene problemas amorosos y es libre de hacer lo que quiera o de no hacer nada.

 

“Trainspotting” es considerada una de las películas de culto de fin de siglo y algunos –incluso- hasta la han llamado "La Naranja Mecánica de los noventa".