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Slow Food: al rescate de la comida casera y saludable

Por Excélsior/ Conacyt | 27 Febrero, 2017 - 10:02
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En la filosofía de esta tendencia surgida en Italia, destaca reemplazar los alimentos en los que se utilizan químicos.

La slow food es un movimiento nacido en Italia durante 1986, y surgió como respuesta para contrarrestar el crecimiento de las cadenas de comida rápida y regresar a preparar los alimentos caseros, aseguró la profesora investigadora Mayra de la Torre Martínez, del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, experta en Fisiología Celular y Bioprocesos.

De la Torre Martínez explica que consiste en empoderar la tendencia de alimentación saludable y casera, acompañada de los beneficios de adoptar esta práctica en nuestros estilos de vida; añadió que es de capital importancia ‘poner alternativas más saludables sobre la mesa’ de los hogares mexicanos.

 

“Es más habitual descubrir en el supermercado opciones de alimentos procesados que se ofrecen listos para comerse o encontrar que las cadenas de comida rápida son más accesibles y abundantes que las alternativas saludables. Esto, combinado con el ritmo de vida actual, nos ha llevado a descuidar la importancia de dedicarle suficiente tiempo a los alimentos”, fundamentó.

La investigadora anotó que la tendencia slow food (comida lenta) ‘nos motiva a ser más reflexivos’ con los hábitos como consumidores y a prescindir de ‘los conservadores de la comida procesada’ o de platillos congelados listos para calentarse en el microondas; ‘su filosofía busca reemplazar los alimentos en los que se utilizan químicos’.

“Dichos químicos son utilizados para la producción de ingredientes (pesticidas, hormonas y antibióticos) por ingredientes y alimentos producidos de manera favorable tanto con el medio ambiente como con los productores y consumidores”, subrayó.

Dados los altos precios de los alimentos orgánicos, una alternativa es procurar vegetales frescos y limpios que se venden en mercados locales, y que se ofrecen de mano de los productores. La siembra de huertos familiares es una alternativa que coadyuva a reducir la ingesta de agroquímicos. Para el tema de la carne, la más recomendable es la de ganado de libre pastoreo.


“Los beneficios a nuestra salud se verán reflejados en menores probabilidades de manifestar alergias alimenticias o efectos secundarios a largo plazo, esto por el exceso de hormonas y antibióticos que algunas empresas utilizan para estimular el crecimiento de las reses. La Slow Food trae al organismo es el mayor aprovechamiento de los nutrientes”, puntualizó.