Si hay algo que mejor explica el sentido del espectáculo que los estadounidenses llevan en la sangre es el show de mediotiempo en el Súper Bowl. Una situación impensada en otros deportes más masivos como el fútbol.

 

Hay que pensar que se trata del entretiempo en una final de dos equipos estadounidenses de fútbol americano, un tipo de rugby que sólo se practica en el país del norte, y que más encima lleva el rótulo de “final mundial”.

 

Ya eso es una exageración por donde se le mire. Pero hay que sumar, además, toda la expectativa que este entretiempo genera en publicidad y en el espectáculo mismo. Se trata de un show de grandes proporciones, como el mejor de los recitales.

 

 

No siempre fue así, en todo caso. Se trata, más bien, de un fenómeno reciente. Si bien con atractivo, con sorpresas y con entretenidas presentaciones, hasta los años 90 los casi 40 minutos que dura el espectáculo eran más bien un show muy gringo.

 

Hoy, en cambio, forma parte de la cultura global. Y todo gracias a Michael Jackson, quien con su presentación del año 1993 marcó –claramente- un antes y un después. Con el responsable de éxitos como “Thriller”, “Billie Jean” y “Beat it” el entretiempo dejó de ser un show de secundaria transmitido para todo Estados Unidos.

 

Jackson superó los márgenes de lo que se pudo considerar excesivo para la época, usando fuegos artificiales, dobles que poblaron la cancha, hielo seco, juegos de luces, enormes dibujos creados con cartulinas distribuidas entre el público y un show que deslumbró hasta el más tranquilo de los espectadores.

 

Sin embargo, la mentalidad de secundaria no se ha perdido del todo en la organización. Por más que el mediotiempo sea un show globalizado, no se acepta que los límites sean sobrepasados. El show en el que participaron Janet Jackson y Justin Timberlake el año 2004, que terminó con uno de los pechos de la cantante al descubierto, tapado sólo por una estrella, fue considerado de total mal gusto. 

 

 

Ahora la NFL, entidad que administra el fútbol americano, prepara el entretiempo con meses de anticipación y quiere estar al tanto de cada detalle de las presentaciones. Nada de azar.  Nada de “nipplegate” otra vez. La premisa para ellos es que “esto es un espectáculo para toda la familia”.

 

Por el show han pasado artistas famosísimos entre los que se cuentan Madonna, Bruno Mars, Aerosmith, Britney Spears, U2, Paul McCartney y Rolling Stones por nombrar sólo algunos.

 

Este año los nombres de los participantes deslumbran como siempre.  Todo comienza con la entonación del himno nacional. Cada año se le pide a alguna estrella que comande tal honor. En esta oportunidad será la mismísima Lady Gaga.

 

El show, en tanto, está a cargo de tremendas figuras del espectáculo: Coldplay, Beyonce y Bruno Mars. Nada de cosas. El estadio Levi´s de Santa Clara, California, este domingo 7 de febrero estará lleno de espectadores de todo el mundo que, a través de la TV o internet, hacen de un simple entretiempo deportivo un espectáculo global.