Si tienes fatiga, dolor muscular, poco apetito, piel seca o estreñimiento, quizá presentes deficiencia de vitaminas.

 

Todas ellas son señales, además de que estás a un paso de enfermarte, de acuerdo a los especialistas de la Escuela Pública de Harvard.

 

 

Cuando sufres de una carencia de esta vitamina las encías te sangran, tienes la piel irritada, los ojos rojos, te aparecen moretones con facilidad, se te cae el cabello y te sientes triste sin motivo aparente.

 

 

Si aparecen granos en tu piel o está irritada, no lo atribuyas a que comiste algo grasoso. La falta de esta vitamina (también llamada niacina) provoca en la piel resequedad, escamas y picazón.

 

 

Se manifiesta con labios agrietados, hormigueo en diversas partes del cuerpo, depresión y fatiga.

 

 

Cuando hay dolor muscular o en articulaciones, sobre todo en los meses de invierno y durante la noche, lo más probable es que tus niveles de esta vitamina estén bajos.

 

La buena noticia es que puedes recuperar las vitaminas perdidas de forma natural -en alimentos como frutas, verduras, carne, pescados y huevos- o bien con la ingesta directa de vitaminas en comprimidos.