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¿Vas a conducir? Estos medicamentos podrían afectar tus capacidades

Por María Aguirre/ Télam | 9 Diciembre, 2016 - 09:20
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No sólo el alcohol y las drogas ilícitas son potencialmente mortales al tomar los mandos de un vehículo motorizado.

Los medicamentos potencialmente peligrosos para el manejo son aquellos que provocan somnolencia, trastornos del sueño, alteraciones psíquicas o del sentido del equilibrio, falta de coordinación motora o cambios en el nivel de glucosa en sangre, entre otros.

A continuación, un listado elaborado por la asociación civil Luchemos por la Vida, que advierte sobre los peligros para el manejo ante la ingesta de determinados remedios.

* Medicación "especialmente peligrosa": analgésicos narcóticos, ciertas drogas antiepilépticas, antihistamínicos sistémicos, antitusivos asociados al alcohol, psicoestimulantes, relajantes musculares centrales, sedantes-hipnóticos tranquilizantes, antipsicóticos.

* Medicación potencialmente peligrosa: anorexígenos, antidepresivos, antidiabéticos, antiepilépticos, antiespasmódicos, anticolinérgicos, antiparquinsonianos, antitusivos, oftalmológicos, hipotensores, ansiolíticos.

* Algunos ejemplos:

- Los ansiolíticos (en especial las benzodiacepinas) pueden producir estados de confusión, fatiga muscular, disminución de la capacidad de concentración y somnolencia.

- Los antipsicóticos o neurolépticos pueden causar somnolencia o espasmos musculares, agitación e incoordinación motora.

- Algunos antidepresivos pueden afectar la atención y el estado de alerta.

- Algunos antihistamínicos pueden producir somnolencia .

- Los antiinflamatorios no esteroideos, muy usados para dolores musculares o reumáticos, los anestésicos y los miorrelajantes pueden afectar, especialmente, el sentido de la vista y la atención y producir somnolencia (en algunos casos incluso disminución del tono muscular y mareos).

- Ciertos medicamentos para el corazón pueden alterar el estado de conciencia y la visión.

- Remedios para la hipertensión, beta-bloqueantes (propanolol y nevibolol), pueden producir somnolencia y alteraciones psíquicas y del equilibrio.

- Algunas medicaciones para la sedación de la tos o antidiarreicos pueden generar trastornos de la atención y disminución de los reflejos.