“Jun-quillar” se llama la nueva exposición individual que la artista chilena Lourdes Naveillan, muestra que se compone de esculturas de fierro, elaboradas con distintas materialidades, y algunas pinturas sobre tela en técnica mixta.

Según la artista esta “es una piscina mi taller, me gusta la mancha, por eso pinto sin fronteras, la sensación es un flujo constante siempre en movimiento”.

Naveillan explica que "de aquí viene todo, lo esencial es descubrir a través del movimiento, personajes que se han ido transformando en el tiempo, viendo sutilmente muchos cambios. De ahí surge llevar a volúmenes más concretos de manera lúdica. La intención es llevada con color, mancha, que siempre está presente".

Por eso, ha estado juntando papeles, maderas, telas pintadas, retazos de sus trabajos, una especie de recolección para hacer estos personajes.

Con algo de movimiento, con fierro, alambre, pintura, textura y madera, más tridimensional en algunos casos.

Son siempre ligados un poco a unir sensaciones de experiencias, de jugar, recuerdos subconscientes de la vida y un poco también porque no, de la niñez.