Un ojo al pasado. La posibilidad casi mágica de ver Montevideo, o Durazno, o Rivera, o situaciones de otro tiempo, como si las imágenes fueran espíritus que aparecen desde el pasado.

Eso plantea la exposición que se inaugura en la fotogalería a cielo abierto del Prado y que organiza el Centro de Fotografía (CdF) de Montevideo, de la intendencia.

Es el tiempo congelado de toda fotografía, pero con la carga emotiva de lo humano que aflora en ellas, dentro de una situación social concreta y con las marcas culturales de un presente que sigue aferrado en cada fotografía.

De pronto, una manifestación de sombreros y gorras se agolpa en torno a la estatua ecuestre de Artigas en plaza Independencia. Piden la libertad de los militantes anarquistas Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, acusados en Estados Unidos de haber cometido varios crímenes de sangre.

Hacia 1927 el reclamo se convirtió en causa internacional y Montevideo también tuvo la suya.

Se abre la puerta de la tienda London-París, en 1922, y se ve a varias mujeres vestidas con lo que luego se conoció como “años locos”, como si acabaran de saltar de una novela de Virginia Woolf.

Otra foto. En la bahía de Montevideo una enorme grúa portátil en el puerto pone una locomotora a vapor sobre la escollera. Es 1950 y hace pocos años el Estado nacionalizó los ferrocarriles.

Otra foto. El hidroavión acaba de llegar desde Buenos Aires y los pasajeros pisan por primera vez la nueva planchada sobre el agua. Es 1948 y los puentes aéreos empiezan a dejar de ser una rareza.

Otra foto. Una mujer de pollera por los tobillos camina por una calle surcada por las vías de los tranvías. Atrás hay un enorme ombú... Es bulevar España hace un siglo, en 1914.

Un plano aéreo de 1930 muestra la rambla sur y las playas que drenaron y ya no están en los predios donde hoy se erigen las embajadas de EE.UU. y Alemania, entre otros edificios.

La piedra fundamental del Palacio de la Luz, el Palacio Legislativo en obras, algunos de sus tantos mármoles descargándose en el puerto, el presidente Baltasar Brum probando un nuevo modelo de teléfono que le llevaron los representantes de la American Telephone & Telegraph, el musicólogo Lauro Ayestarán grabando a músicos por los pueblos y los campos de la patria, unos niños jugando a la rueda rueda en Maldonado en los años de 1950, una turbonada sobre la capital en los años de 1960.

Y tantas otras imágenes. Colecciones familiares, fotos de los Zorrilla de San Martín, calles conocidas pero irreconocibles, cuadras convertidas hoy en gastadas veredas que entonces ni siquiera tenían vereda...

Se trata de 42 paneles que están ubicados muy cerca del Rosedal del Prado, sobre la avenida Delmira Agustini, que bordea el arroyo Miguelete.

El CdF presenta así esta nueva muestra llamada Fotografías históricas, memoria contemporánea. Preservando el patrimonio fotográfico uruguayo.

Algunas de las fotos pertenecen al CdF, pero muchas otras son propiedad de entes autónomos o de colecciones privadas, que colaboran con la exposición.

Luego de esta instancia, esta muestra se podrá ver en otros espacios de Montevideo y viajará por el interior del país.

Será acompañada por becarios que asistieron a pasantías de formación en México, quienes dictarán charlas para divulgar su experiencia. Esta muestra busca compartir todas estas experiencias con el público, presentando la complejidad respecto a la conservación de técnicas fotográficas desarrolladas a partir de fines del siglo XIX hasta la actualidad.

La exposición en la fotogalería del Prado podrá visitarse hasta el próximo 3 de diciembre y la entrada es libre.