Reseña

"El jilguero", un exitoso best seller de buen agüero

Por El Observador |  12 Mayo, 2014 - 17:45
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El último libro de la escritora Dona Tartt es sólo la tercera publicación de la autora. Sin embargo, ya cuenta a su haber con un premio Pulitzer y la entusiasta recomendación de lectores tan disímiles como Michelle Obama y Stephen King.

Uno de los libros de los que más se ha hablado en el medio literario desde el inicio de este 2014 es 2El jilguero2, de Donna Tartt. Una obra que se convirtió, desde poco tiempo después de su publicación, en bestseller del New York Times, obteniendo -además- el premio Pulitzer. Cuenta a su haber con famosos admiradores, como el escritor Stephen King y la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, quienes no sólo se tomaron el tiempo de reseñar el libro en la prensa internacional, sino que también lo han recomendado ampliamente.

Donna Tartt se dio a conocer al público con "El secreto", su primera novela que sirvió para situarla a la altura de los clásicos contemporáneos. Comparada, muchas veces, por su tratamiento de personajes y comentario social con Dickens, con "El jilguero" ha sido catalogada como un Oliver Twist del siglo XXI.

Su creación le llevó a Tartt once años y es tan sólo la tercera novela de la escritora en sus veinte años de carrera. Se trata de un dato importante a la hora de leer el libro, ya que se ve directamente reflejado en la elaboración minuciosa de sus más de 800 páginas.

El narrador de "El Jilguero", Theo Decker, es un joven de 23 años que cuenta los acontecimientos que han marcado su vida; el más significativo sucedió una década antes y fue la pérdida de su madre, víctima de un atentado terrorista en el Metropolitan Museum de Nueva York. Una fatídica tarde, ambos visitaban una exhibición de la Era de Oro Holandesa, cuando estalló una bomba que convirtió todo a su alrededor en escombros y muerte.

A partir de ese momento, Theo va a seguir una vida errática que lo llevará a conocer los rincones más recónditos y oscuros tanto de la sociedad estadounidense como del alma humana. Luego del atentado y buscando una salida de la tragedia, Theo se topa con un anciano que visitaba la misma exposición con una hermosa niña pelirroja. El hombre muere enfrente de Theo, pero antes le entrega un anillo que abrirá nuevas sendas en el camino del protagonista. Pero Theo no sale del museo únicamente con ese anillo, ya que, aprovechando la confusión, decide llevarse un cuadro de pequeñas proporciones llamado "El jilguero", del artista holandés Carel Fabritius.

Esta pintura (que existe y se encuentra en realidad en un museo de La Haya) era la que le había llamado más la atención a su madre, y su hijo, habiéndola perdido a ella, no duda en llevarse la obra de recuerdo en el interior de su mochila. Es en ese instante que su vida da un giro completo. No sólo ha quedado huérfano, sino que también se ha convertido en el ladrón de una pintura que todos dan por destruida luego de la explosión.

Años más tarde, Theo se encontrará encerrado en una habitación en Amsterdam en una escena lúgubre que da inicio a la novela. Agazapado por el miedo, fuma y bebe vodka sin parar. A pesar de su corta edad tiene una larga historia y ni él mismo puede entender cómo ha llegado hasta ese punto de su vida. Para saber cómo acabará todo hay que dejarse llevar por el indiscutible talento narrativo de Tartt.

En recientes declaraciones la autora comentó que “este es un libro sobre la transferencia y la obsesión, sobre el esfuerzo por recuperar lo que nunca volverá, sobre el intento de encontrar lo que se ha perdido. Escribir desde el punto de vista de la gente joven me devuelve a esa maravillosa sensación que experimenté por vez primera cuando era una niña –cuando galopaba sin aliento a través de los libros de la biblioteca y me perdía y me sumergía en ellos. También me resulta divertido porque los jóvenes todavía intentan encontrarle sentido a este mundo y al lugar que ocupan en él”.

Es una obra que combina lo mejor del misterio y crítica social y que según su autora, explica nuestra época: los atentados terroristas, la destrucción de la cultura, la falsificación de obras de arte. Una novela que intriga y al mismo tiempo deja espacio para la reflexión y que sin duda quedará como una de las más emblemáticas del siglo XXI.