Reseña

Entre museo y picada: La tradición de Fuente Mardoqueo

Por LifeStyle |  17 Febrero, 2020 - 11:19
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La tradicional fuente de soda, reconocida por sus exquisitas preparaciones, este mes de febrero celebra a un clásico de la comida chilena, el sanwich chacarero.

En Santiago abundan las “picadas”, locales clásicos y populares que suelen especializarse en algún plato. Cuando se trata de sándwiches, uno de los más renombrados es la Fuente Mardoqueo. 

Con una carta acotada, este restaurante lleva más de 15 años funcionando en la ciudad. Lo que comenzó con solo 15 sillas en el barrio Yungay, en el centro de Santiago, hoy se ha expandido en diferentes locales y con una casa matriz mucho más grande. La más nueva de sus ubicaciones es Roger de Flor 2984, Las Condes.

La experiencia es sencilla y la premisa es “velocidad y calidad”. Al entrar a Mardoqueo se hace el pedido del sándwich que siempre es del mismo tamaño, pero puede escogerse entre dos versiones con más o menos proteína. Las opciones de proteína son churrasco (vacuno), lomito bávaro (el clásico del local), hamburguesa, pollo y atún, mientras que los agregados van desde tomate y palta hasta otros fuertes, como ají verde o jalapeño. 

Uno de los clásicos chilenos que se pueden encontrar es el chacarero, un sándwich de churrasco con porotos verdes, tomate y ají verde. Una buena opción para celebrar este 17 de febrero, que es conocido en Chile como el día nacional del churrasco. 

“Los comensales que nos visitan siempre han destacado nuestro chacarero y de hecho es uno de los platos más vendido en el local y eso es porque nuestros productos son de primera calidad y el sabor incomparable” declara Álvaro Peñafiel, Gerente General.

Si se opta por celebrar este día en un local de la Fuente Mardoqueo, existe un atractivo extra. Cada pared de estos restaurantes están repletos de colecciones de diferentes objetos como relojes, razones, cajas, cuadros y un larguísimo etc. que corresponde a la colección personal del fundador de esta ya típica picada santiaguina y que lo convierten no solo en un lugar con opciones sabrosas, sino que en un destino que debe ser visitado.