Reseña

"JFK: Caso abierto", el libro que duda ante la verdad oficial sobre el asesinato de Kennedy

Por Tamara Muñoz |  10 Noviembre, 2014 - 16:15
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Cincuenta años después del atentado, aún no se sabe la verdad. Así lo plantea el periodista Philip Shenon, quien pone en entredicho las versiones oficiales, agregando nuevos y escondidos antecedentes.

“¡Dios mío! ¡No! ¡Han disparado a Jack!”, gritó Jacqueline Kennedy antes de abalanzarse sobre la parte trasera del vehículo en el que se encontraba junto a su marido, el presidente John Fitzgerald Kennedy (JFK), el gobernador de Texas, John Connally y su esposa.

Bastó sólo un instante y dos disparos para que se produjera la muerte de JFK de la mano de Lee Harvey Oswal. O al menos eso es lo que las investigaciones oficiales señalan, pues las indagaciones siempre han estado rodeadas por diversos cuestionamientos. Y es precisamente esto lo que aborda el Periodista Philip Shenon, con más de veinte años de trayectoria en el New York Times, en su libro "JFK: Caso abierto. La historia secreta del asesinato de Kennedy".  

Si bien mucho se ha escrito al respecto, lo que distingue a este libro es que la historia comienza una tarde de la primavera de 2008, en la que Philip Shenon recibe la llamada de un abogado que había sido miembro de la Comisión Warren, que investigó el asesinato de Kennedy. Éste le dice que necesita contar su historia, y que quizás esa sea la última oportunidad de relatar lo que realmente sucedió.

Totalmente entregado, el escritor accede a la proposición y lo que en un comienzo partió sólo como un libro, pronto se transformó en una convicción: lo que nos contaron sobre el asesinato de Kennedy no es cierto.

Tras cinco años de investigación, Shenon señala que gran parte de la verdad todavía no ha sido contada y que muchas pruebas han sido escondidas o destruidas por la CIA, el FBI y otros.

Informes y notas forenses originales fueron quemados años atrás por el propio médico que practicó la autopsia; cartas de amenaza del supuesto asesino, Lee Harvey Oswald, recibidas días antes del crimen, también fueron despedazadas y se escondieron todas las pruebas de su existencia.

El libro de Shenon contiene declaraciones inéditas que desvelan claves del asesinato de Kennedy. En el aparecen las figuras legendarias que protagonizaron esa época: Bobby Kennedy, Jacky Kennedy, Lyndon Johnson, J. Edgar Hoover, el fiscal Warren y los directores de la CIA Allen Dulles y Richard Helms.

En las 746 páginas de "JFK: Caso abierto. La historia secreta del asesinato de Kennedy", el autor señala que no sólo la muerte del ex mandatario pudo evitarse, sino que la investigación de su asesinato siempre estuvo sesgada.

Según, Shenon son cuatro los responsables más directos de la farsa que rodeó al caso: el director de la CIA, Richard Helms; el del FBI, J. Edgar Hoover; el presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos y responsable último de la comisión, Earl Warren y, lo más sorprendente, Robert Kennedy, hermano menor del presidente y su hombre de confianza.

De toda la investigación, tal vez, lo que más sobresale es lo que sitúa a Lee Harvey Oswald, el asesino del presidente JFK, en una trama digna de telenovela, donde la CIA y el FBI también jugaron un rol importante. Oswald estuvo en México semanas antes de viajar a Dallas, tuvo una amante mexicana que trabajaba en la embajada de Cuba y se reunió con espías de la isla.

La CIA conocía todos los movimientos pero los ocultó. Después del asesinato, evitó a toda costa que circulase la información sobre el viaje a México. Se destruyeron pruebas y se ocultaron testimonios, como uno que aseguraba haber visto a Oswald en la embajada de Cuba jactándose de su intención de matar a Kennedy. El documento que probaba que la CIA y el FBI estaban al corriente desapareció antes de llegar a manos de los abogados. Y esto no es lo peor. Warren se habría reunido en secreto con Fidel Castro.

Pero más allá de que este libro revele información que hasta ahora sea desconocida para el público en general, lo que realmente llama la atención es que este caso aún sea una herida abierta para los estadounidenses. Tal vez este libro ayude, en parte, a entender qué pasó realmente el 22 de noviembre de 1963, cuando en sólo un instante se apagó la vida del presidente JFK. Sólo el tiempo lo dirá.