Reseña

Viaje al centro de Teatrocinema

Por Loreto Oda Marín |  9 Junio, 2014 - 16:35
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Esta versión de "Viaje al centro de la tierra", el clásico de Julio Verne, es un mundo en sí mismo. El ticket clave para comenzar el periplo es entregarse a la fantasía y la imaginación.

Se apagan las luces y comienza el viaje a ese mundo cargado de fantasía que el afamado Julio Verne dio vida en 1864. Sin embargo, la obra Viaje al centro de la Tierra no sólo permite adentrarse en el mundo de la clásica novela, sino también dentro del corazón de la compañía Teatrocinema, la cual con su forma de innovar sobre las tablas ha ganado varios reconocimiento, tanto en Chile como en Europa, y les da a sus trabajos un sello especial. 

Son los detalles alucinantes los que evidencian que la genialidad de este grupo de actores está detrás del montaje: el manejo de los tiempos, la sincronización de los diálogos y movimientos corporales, el toque musical y la capacidad de inmiscuir al público dentro de la obra con sutiles juegos de imaginería. 

Con no más que un tren como escenografía, tanto el sabio profesor Otto Lidenbrock y su sobrino Axel se las ingenian para hacer que esa locomotora sea múltiples lugares a la vez, muchos de ellos por descubrir. 

Representación y evocación son algunos de los pilares de esta obra, mientras que el humor y su toque contemporáneo -muy influido por las composiciones musicales que en su momento creó Juan Carlos Zagal (integrante del antiguo grupo La Troppa y hoy a cargo de la dirección) y que para este remontaje son complementadas con las creadas por la banda de rock Luma- permiten que no se oxide y reviva con fuerza cada vez que la compañía le echa carbón a la máquina para que empiece a andar una nueva temporada.

Fue en 1995, cuando el grupo, por ese entonces con su primer nombre, la estrenó por primera vez y la convirtió en uno de sus montajes más emblemáticos. Hoy son dos jóvenes actores, Esteban Cerda y Christián Aguilera, quienes le dan vida a este trabajo que apela a sentimientos tan nobles como la perseverancia en post de lo sueños, el compromiso, el compañerismo y en el no dejar de creer, sin rendirse pese a los obstáculos.

Recientemente el viaje se ha reestrenado, la locomotora ha vuelto a calentar sus motores y sigue lista para ser exhibida hasta el domingo 29 de junio, en el teatro que la misma compañía posee en el barrio Bellavista, en Santiago de Chile.

Con geniales actuaciones, una adaptación cargada de ingenio y una escenografía que invita a la imaginación, este trabajo es un viaje alucinante en que la clave está dejarse arrastrar hasta el centro de la fantasía.