Especular sobre cosas que se desconoce de la pareja es una tarea extenuante que, además de no reportar ningún beneficio, hace daño a la relación. Es aún más difícil cuando hay poco tiempo para hablar y se dan cosas por supuestas.

Según Pedro Palao Pons, coach personal y experto en Comunicación, “la falta de comunicación es el verdadero talón de Aquiles de una relación de pareja. Cuando observamos algún comportamiento extraño en nuestra pareja, lo mejor es abordarlo directamente. Algo tan sencillo como preguntarle si le sucede o le preocupa algo soluciona. Solo este cambio de actitud soluciona el 90% de los problemas antes, incluso, de que lleguen a producirse”, explica el sitio serpadres.es.

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A continuación, se expone cuáles pensamientos precipitados pueden crear conflictos en la pareja, por lo que no conviene desecharlos y hablar directamente:

1.- A mi pareja le pasa algo

Desde hace unos días está rara y esquiva. ¿Qué le estará pasando? Pons propone que se cambie la pregunta. En vez de generar "basura mental" intentando descubrir qué le ocurre, preguntarle directamente: “¿Qué te pasa?” Puede que su respuesta no sea agradable, pero desde el momento en que se escuche ya no se tendrá que inventar respuestas, solo enfrentar a la realidad.

2.- ¿ Y sí...?

¿Y si no le gusta? ¿Y si se molesta? ¿Y si se enfada? ¿Y si...? Solo la evidencia y la acción, pueden dar respuesta a esas especulaciones. A veces el temor, la inseguridad, la timidez o el exceso de prudencia limitan y coartan el modo de actuar en pareja. ¿Y si se intenta de otra manera?

3.- Me va a decir que...

Nadie tiene el don de la premonición. Cada vez que se piensa acerca de qué dirá la pareja si se le plantea alguna cuestión delicada la persona se anticipa sin necesidad y se complica la vida gratuitamente.

Aunque a veces se puede intuir -y hasta acertar- qué sucederá, presuponer cuál será su reacción, ese ejercicio solo sirve para generar un ruido mental que aparta de la realidad y hace enmudecer. Así que se puede elegir entre especular e inventar qué nos dirán o hablar y escuchar lo que nos dicen realmente.

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A veces se cree saber de antemano lo qué piensa la otra persona sobre las cuestiones que nos preocupan. Suele ser más fácil "pre-ocuparnos" que ocuparnos. Es más cómodo meterse en la cabeza del otro que en la propia, porque, es más sencillo controlar el pensamiento ficticio de los demás que pasar a la acción.
 
5.- ¡Ay, si yo hubiera...!

Actuado de esta manera, dicho esto otro… Conjugar el condicional sobre lo hecho o no hecho no aportará nada. Lo importante no es lo que “podría haber pasado si...”; lo relevante es lo que pasó realmente, lo que se hizo y dijo. Esa es la herramienta de aprendizaje y la que permitirá dejar de perder el tiempo en pasados virtuales e invertirlo en futuros posibles.

* Fotografía interior primera Prensa Libre