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De primera mano: consejos para un huerto en casa

Por Ricardo Segura | 5 Junio, 2014 - 18:19
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Una terraza, un balcón o un patio soleado, semillas, un grifo, un poco de tierra y mucho amor por el medioambiente. Es todo lo que hace falta para montar un huerto en su propia casa.

Producir alimentos en casa es una actividad apasionante que puede realizarse entendiendo la fisiología de las plantas y siguiendo unas sencillas técnicas y recomendaciones de instalación, manejo y planificación del huerto, producción de compost y control de las plagas, según Josep Maria Vallès, experto en horticultura y compostaje ecológico y autor del libro de "El huerto urbano".  
 
Este ingeniero agrónomo es uno de los impulsores de la cooperativa Tarpuna, que significa “sembrar” en quéchua, desde donde se efectúan proyectos de agricultura social y sostenible. Además es el creador del sistema de cultivo horturbá, que consta de una mesa de cultivo, un sistema de riego por goteo y un sustrato especial a base de compost.
 
Siguiendo el deseo de tener su propio huerto, Josep Maria empezó el experimento de cultivar en su terraza y, poco a poco, fue resolviendo las dificultades técnicas que se le plantearon y perfeccionando la técnica.  


 
Finalmente volcó toda esa experiencia en el sistema de su invención que permite -según explica- cultivar verduras frescas y sanas producidas sin abonos químicos ni insecticidas y con un consumo optimizado de agua.
 
Para Vallès  el cultivo de todo tipo de verduras en balcones y terrazas es una “aventura gozosa de experimentación, aprendizaje, deleite y… buenas hortalizas”, que puede conseguirse siguiendo unas pautas básicas, según explica.

Agua, sol y bienestar
 
“El huerto más urbano de todos es el instalado en los edificios, en las terrazas o azoteas. Por ello lo relacionamos sobre todo con un huerto en recipientes o jardineras. Un cultivo de este tipo, ya sea en terrazas o en un solar en desuso, se puede instalar en cualquier lugar que tenga radiación directa del Sol”, señala.
 
En estos huertos  “se puede cultivar cualquier tipo de planta pero las más recomendables son aquellas de ciclo corto y rápido, como la lechuga, la cebolla, el rábano, la rúcula o los canónigos, ya que son las que ofrecen menos dificultades para los aficionados y se adaptan mejor al cultivo en recipientes”, añade.
 
Según Vallès “cualquier espacio, por pequeño que sea, puede ser útil para hacer de él un huerto urbano, siempre que tenga radiación solar directa durante bastantes horas al día. En espacios pequeños, con jardineras pequeñas, deberemos cultivar hortalizas pequeñas como lechugas o rábanos. Si tenemos más espacio podremos instalar jardineras grandes o mesas de cultivo y plantar tomateras, calabacines o pimientos, por ejemplo”.


Agua, sol y bienestar
 
Este experto aconseja “adaptar los cultivos al clima de nuestra región teniendo en cuenta que en las terrazas el frío del invierno y el calor del verano son más intensos” y es partidario de “cultivar en cada época del año las hortalizas que mejor se adaptan en ese momento”.
 
Un elemento importante antes de instalar el huerto es, según Vallès  asegurarse el acceso al agua para regar, ya que en algunos climas los veranos son secos y los huertos urbanos requieren un riego constante en esa época.
 
Con estos huertos “el cultivador se beneficia de una actividad relajante y también estimulante”, ya que “es una diversión tranquila y una oportunidad de aprendizaje y experimentación continua. Para el medio ambiente el beneficio más interesante es la mejora de la biodiversidad en las ciudades”, señala.  
 
"Desde un punto de vista medioambiental los huertos, especialmente si se cultivan con técnicas ecológicas, son una puerta abierta a la naturaleza: a los insectos, pájaros, polinizadores, fauna útil y un montón de organismos, que van a tener la oportunidad de visitar el huerto e incrementar la biodiversidad urbana”, explica el impulsor de Tarpuna.
 
Consultado sobre cómo debe ser un huerto urbano respetuoso del medioambiente, responde que “en un medio ecológicamente insostenible y contaminado como la ciudad, el huerto es una oportunidad para compensar un poco y mejorar el medio ambiente. No sería lógico, por lo tanto, que cultiváramos añadiendo productos químicos y empeorando la contaminación y los riesgos para la salud”.
 
Vallès señala que la propuesta de huertos urbanos es bastante transversal, ya que  las familias y escuelas, o la gente mayor, tienen diferentes motivos para ponerlo en práctica.  
 
“Los mayores lo disfrutan mucho desde el punto de vista ocupacional y de sentirse útiles, mientras que las escuelas están más motivadas por el aspecto pedagógico”, concluye.

Cómo hacer un huerto
 
“El proceso de instalación de un huerto urbano debe empezar por escoger la ubicación. El lugar más soleado de la terraza o balcón suele ser el mejor”, señala Josep Maria Vallès.  
 
“El segundo paso es planificar cómo vamos a regarlo, si disponemos de un grifo o deberemos cargar con el agua y cómo solucionaremos el riego en verano. A menudo una instalación automática de riego suele ser de gran ayuda”, añade.  
 
“Después debemos escoger el recipiente de cultivo que se adapte al espacio disponible, que sea de fácil manejo y facilite colocar en él las semillas, descartando situarlo en pisos que no ayuden a la captación de la radiación solar y, teniendo en cuenta, que cuanto mayor sea el volumen del recipiente más hortalizas podremos cultivar. Si bien debemos descartar aquellos demasiado profundos que podrían sobrecargar la terraza”, completa.  
 
Según este experto “el sustrato de cultivo es un elemento clave”, por lo que “debemos utilizar uno de calidad para llenar los recipientes.  
 
"Por último realizaremos la plantación y siembra de las hortalizas combinando varias especies en un mismo espacio, para aprovechar al máximo la superficie disponible y para asegurar mejor la producción”.
 
A quienes deseen cultivar un huerto urbano, Vallès les aconseja tener paciencia y constancia, ya que la vida en la urbe nos inhibe esas dos cualidades y un huerto necesita de ellas.  
 
“Cultivar requiere saber hacer las tareas en el momento apropiado y prever el resultado. Plantar hortalizas demasiado juntas, descuidar el riego o usar un sustrato de poca calidad, son errores comunes de los principiantes”, enfatiza.

(Reportajes Efe)