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El colombiano que inventó unas gotas contra la presbicia

Por Jaime Rivera García/ Colombia-inn | 16 Junio, 2017 - 12:09
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Oftalmólogo Luis Felipe Vejarano ‘mira’ hacia el futuro y dice que ‘ve’ un mundo mejor, mejorando la visión de muchas personas.

La presbicia, ese defecto ocular que obstaculiza ver de cerca y afecta a muchos seres humanos después de los 40 años, tiene posibilidades de ser solucionada gracias a unas gotas inventadas por el oftalmólogo caucano, Luis Felipe Vejarano, quien está causando efervescencia en el mundo científico.

“Esto mundialmente ha generado un ‘boom’ en el mundo de la oftalmología y la ciencia, puesto que por fin se ha encontrado una solución farmacológica para remediar la presbicia. Numerosos congresos mundiales y publicaciones científicas han sido testigos de la eficiencia de este método”, señaló a Colombia-inn, el doctor Vejarano.

“La presbicia no es una enfermedad -explica Vejarano en su clínica ubicada en el centro histórico de Popayán-, es el proceso normal de envejecimiento del ojo, en el que el músculo interno del enfoque, llamado músculo ciliar, se apereza, se vuelve menos eficiente y le hace perder su capacidad normal de enfoque”.

“El músculo ciliar es como el fuelle de las cámaras fotográficas que se mueve para enfocar de cerca o de lejos. Ese músculo rodea al lente que es el órgano que nos permite ver. El músculo es el que mueve al lente para que se acerque o se aleje”, agrega el oftalmólogo e inventor.

Lo que se logra con las gotas, a las que el científico payanés ha bautizado Fov Tears (del inglés Focusing Ocular Vision, y Tears, gotas), “es reactivar el músculo y hacer que vuelva a enfocar con mayor intensidad y fuerza, como un nuevo estímulo para reestablecer su elasticidad y lograr el enfoque”.

El médico comparó el músculo ciliar del ojo con cualquier otro del cuerpo: “si dejas de estimularlos se vuelven perezosos. Hay que ejercitarlos. Lo que hacemos con las gotas es posibilitar el ejercicio del músculo ciliar, puesto que con los años se va quedando quieto”.

Experimentos en sí mismo

Vejarano, de 50 años, ha estudiado el comportamiento del músculo ciliar y su incidencia en la visión de cerca, desde hace aproximadamente ocho años cuando empezó a sentir los rigores del cansancio en sus propios ojos.

“Empecé a mezclar con varios componentes para buscar farmacológicamente la reactivación del músculo y el efecto visual que requería. Tuve mucho cuidado para que las gotas no generaran espasmos, pues esto podría ocasionar que volviera al paciente miope”, aclaró.

Después de haber probado con varios pacientes -ya hay 219 usuarios beneficiados con las gotas en Popayán y 55 en otras ciudades-, Vejarano estableció un procedimiento que incluye varios exámenes y pruebas para poder recetarlas, porque, advirtió: “no a todos les sirven las gotas. Tienen que tener una buena visión de lejos. Estas personas se denominan emétropes”.

El oftalmólogo e inventor Luis Felipe Vejarano, izquierda, con el fundador de la clínica, su padre, oftalmólogo también, Alberto Vejarano.

Aceptación de las gotas

El galeno dividió en tres partes el proceso de aceptación de su invento en el mundo: “incredulidad, expectativa y aceptación”.

“Incredulidad, cuando decían con indiferencia que ‘eso no sirve para nada’. Después vino la etapa de la expectativa, luego de algunos testimonios e incluso pruebas. Ahora afirmaban ‘parece’ que eso sí funciona. Voy a esperar a que salgan más estudios y que otros lo empiecen a usar. Todavía hay muchos en esta etapa”, dice.

“Al final, en la que estamos actualmente, es en la etapa de la aceptación, dados los positivos resultados en los pacientes, conocidos por el voz a voz, en los congresos y en la divulgación de algunos medios de comunicación masivos y especializados”, expresa Vejarano.

El fundador de la Clínica Oftalmológica Vejarano, Alberto Vejarano, estableció una filosofía de servicio, buen trato y energía positiva. Por eso los pacientes lo ‘ven’ muy bien.

¿Cómo acceder al tratamiento?

Los interesados en acceder al tratamiento contra la presbicia por medio de las gotas Fov Tears, deben pedir una cita de evaluación en la Fundación Vejarano, en Popayán, o a través de los oftalmólogos acreditados en Bogotá, Medellín, Villavicencio, Cúcuta, Bucaramanga y Montería.

“Los oftalmólogos interesados en acreditarse tienen que viajar a Popayán. Yo los capacito y les explico las características de las gotas y a quiénes se les pueden recetar. Les muestro toda la documentación para que ellos se la muestren a los pacientes. Si el paciente es apto para las gotas, el oftalmólogo las receta y me las solicita. Yo las mando a hacer al laboratorio y este las envía al paciente”, explica Vejarano. 

“Si (el paciente) vive fuera de Popayán le llegan por correo a su casa; si es de Popayán las recoge después de unos 15 días. El proceso de validación de su utilidad y su posterior producción es totalmente personalizado”.

Estas gotas, por lo tanto, no se consiguen en cualquier droguería o farmacia, “es una fórmula magistral”, aclara Vejarano.

Expansión internacional

Gracias a las numerosas exposiciones en congresos mundiales de oftalmología a las que ha sido invitado el galeno caucano, se han logrado desarrollar protocolos en varios países para iniciar los procesos de validación.

“En España pronto se iniciará un protocolo clínico con 60 pacientes, 30 con las gotas y 30 con placebo, que será avalado por la Agencia Española de Medicamentos, que es una entidad con mucho peso en Europa. Con ese estudio obtendremos el marcaje en Europa”, manifestó el oftalmólogo.

“A su vez, en una clínica muy grande en Newport Beach, Estados Unidos, se están haciendo unas investigaciones para la FDA, entidad de control de los medicamentos en el país del norte. En Canadá se han hecho unos experimentos con unos lentes acomodaticios y quieren mejorar los resultados estimulando el músculo ciliar con las Fov Tears”, agregó.

Mientras las investigaciones arrojan resultados, se está llevando a cabo un mercadeo sectorial, similar al usado en Colombia, en Centroamérica, Argentina, Perú, México y España.