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“El impostor” y la novela sin ficción: los motivos de Javier Cercas

Por Claudio Pereda Madrid | 1 Mayo, 2015 - 14:49
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El autor español dice que la idea del libro es un "combate a muerte" entre verdad y mentira. “Escribir una novela sobre el mayor impostor de la historia de la humanidad, según Mario Vargas llosa, no tenía sentido hacerlo desde la ficción. Hubiese sido una ficción sobre una ficción”, apunta.

En medio de la cruenta Segunda Guerra Mundial, España tuvo casi nueve mil deportados en los campos nazis, la mayoría estuvieron situados en Austria. Ya devenida la transición y en medio de la recuperación de la democracia, surge en España una entidad que aúna a los sobrevivientes y familiares de aquellos que estuvieron confinados en lugares de concentración.

Un locuaz y mediático Enric Marco preside la entidad. Durante años no sólo ejerce la representación de la entidad, sino que comparte su experiencia como sobreviviente de un campo nazi y pronuncia centenares de conferencias, hablando de su dura experiencia en Austria.

Da entrevistas, hace discursos, emociona a políticos y personas de todos los colores ideológicos. Eso hasta que pasó lo peor.

Justo cuando por primera vez españoles participaban en un homenaje a los muertos en los campos campos nazis, el historiador Benito Bermejo comparte con sus compatriotas un impresionante secreto: Marco jamás había estado en un campo de concentración y toda su historia era mentira. De principio a fin.

“¿Qué hago yo como autor con esa historia. Mi experiencia anterior con el libro Anatomía de un instante me había llevado a descubrir que el golpe de Estado del 23 de febrero en España era una ficción colectiva en sí misma, al mismo nivel de lo que fue  el asesinato de Kennedy en Estados Unidos. Caí en la cuenta de que los españoles habíamos construido una gran ficción a partir de ese hecho, lo mismo que los americanos, con mentiras, medias verdades y teorías insensatas. Ante ello me parece ridículo, y literariamente redundante, escribir una ficción sobre otra ficción: por eso opto por una novela sin ficción”, explica el autor.

Con un tono de profesor cercano y agradable, pero profundamente convencido en lo que dice, Javier Cercas explica los motivos que lo llevan a escribir su última publicación. Reconoce una recepción “muy positiva” en América Latina, por donde se encuentra dando a conocer la novela.

El increíble caso de Marco lo puso de nuevo ante la disyuntiva de la metodología. Sentado en la terraza de un céntrico edificio de Santiago, mira la cordillera en un agradable día otoñal y explica que la novela es un género libre. “En este invento de un señor español llamado Miguel de Cervantes se cuenta con la más amplia libertad. ¿Cuál es la única regla?, que no hay reglas. La libertad absoluta y en todos los sentidos. Los requerimientos literarios de El impostor me llevan a la novela sin ficción”.

Cercas dice que la idea principal del libro es un combate a muerte entre la verdad y la mentira. “Escribir una novela sobre el mayor impostor de la historia de la humanidad, según Mario Vargas llosa, no tenía sentido hacerlo desde la ficción. Hubiese sido una ficción sobre una ficción”, apunta. 

“Si voy a escribir del Maradona de la impostura, yo me salto la idea tradicional de la novela que obliga a que se hable de una ficción. El libro es mejor así y Cervantes me lo permite”, rubrica.

El asunto para Cercas va mucho más allá. Porque esta historia sazonada de mentira, esconde para el autor un intenso juego de espejos. “Enric Marco somos todos. Si bien la gran mayoría de nosotros no es capaz de hacerse una vida distinta como él, si nos gusta ser más queridos y exitosos de lo que somos. Entonces, nos maquillamos, mejoramos nuestros currículums, nos contamos una bonita historia familiar, nos construimos una imagen. Marco le dijo a los españoles durante mucho tiempo lo que los españoles quisieron escuchar”.

- El libro sale una década después de que el caso haya sido desenmascarado, ¿cómo observas la reacción de la sociedad española ante el caso?

- La verdad es que la sociedad española no reaccionó ante el caso y es lo grave. Cuando me preguntan por qué escribí un libro como éste, yo creo que la pregunta más bien es por qué no se escribieron cincuenta antes. No se escribió ni uno solo. La sociedad española no reaccionó, sólo dijeron este señor no tiene que ver con nosotros. Pero el libro demuestra que sí tiene todo que ver, porque la misma sociedad española lo creó. La sociedad española ha tratado de aliviarse de él. Lo han denigrado, insultado y demonizado. El libro, sin justificar nunca lo que hizo, lo que busca es subrayar que Marco sí tiene que ver mucho con nosotros y nuestra forma de ser. 

- "El impostor" vive entre nosotros, ese es el problema...

- Pienso que la impostura forma parte de lo que somos. Todos ocultamos la verdad y somos incapaces de aceptarla, nos maquillamos frente al espejo, sólo que Marco lo llevó a un nivel monstruoso.

En lo que tiene razón Vargas Llosa es que vivimos en una sociedad completamente mediática. Los medios de comunicación no sólo reflejan la realidad, sino que también la crean o la fabrican. En una sociedad así la impostura es mucho más frecuente, dependemos completamente de nuestra imagen.

En este contexto ser como uno es, resulta ser muy complicado. Pero también más necesario que nunca. Sin embargo, un impostor como Marco no sale todos los días, es un genio, es un Maradona. Aunque sí es cierto que estamos rodeados, yo conozco un montón. En la vida política e intelectual está lleno. Gente que infla su currículum, tal como Marco, de manera casi perfecta.